Lo que sucede después de la muerte es un misterio para millones de personas, pero sin duda es inimaginable que después de declarar por muerta a una persona ésta pueda dar a luz y además en su propio ataúd.
Sorprendentemente esto pasó en Mbizana, en Sudáfrica, cuando varios empleados de un servicio de funerario de la localidad encontraron a Nomveliso Nomasonto Mdoyi, de 33 años, después de 10 días de su defunción con algo muy extraño junto a ella dentro del féretro en el refrigerador de la morgue.
Los empleados iban a preparar a la mujer para su funeral y notaron que en su ataúd también estaba el cuerpo de un bebé.
Estábamos tan aturdidos y asustados que ni siquiera tuvimos tiempo de comprobar el sexo del bebé”, relata uno de los hombres que vieron la extraña escena.
Después se enteraron que la mujer murió con nueve meses de embarazo y según muchos expertos pudo ocurrir una condición que se llama extrusión fetal postmortem o ‘coffin birth’ (nacimiento en ataúd, en español), la cual consiste en la expulsión del cuerpo en descomposición y sin vida del bebé a través de la vagina de la embarazada fallecida.
Este hecho sucede debido a la contracción y relajación de los músculos del cuerpo comunes después de la muerte provocado por la presión de los gases intra-abdominales. Aunque son pocos los casos que se llegan a conocer de este tipo de nacimiento sí existe una alta posibilidad que ocurra en las mujeres embarazadas.
El caso de la madre sudafricana recordó un caso que se vivió en el 2009 en Toronto, Canadá. Cuando una mujer después de 23 horas de fallecida dio a luz a un bebé con vida. La mujer canadiense murió en un accidente de coche cuando tenía 7 meses y medio de embarazo.
La mujer de Canadá pasó 17 horas en el refrigerador de la morgue y se dieron cuenta del bebé al momento del entierro cuando empezó a llorar dentro del ataúd cuando empezó a descender a la tumba.
Suceden cosas que desafían la explicación y esta parece ser una de ellas”, explicó un experto del caso.
El bebé de Mdoyi fue enterrado junto a ella en el mismo ataúd en el cementerio de la localidad.
“Me dedico a esto desde hace más de 20 años y nunca he visto nada así”, finalizó uno de los empleados que encontró al bebé.
La naturaleza nos da muchas sorpresas mostrándonos que todo es posible. ¡Comenta y comparte esta historia con todos!