Hay maestros de vocación que entienden perfectamente su misión de sembrar en los corazones de los niños las semillas que lo ayudarán en su desarrollo académico y personal, son las figuras que hacen de la escuela un lugar ameno en el descubrimiento y construcción de los aprendizajes.
La escuela es el lugar de encuentro que deja una huella imborrable en la vida de todo niño y queremos que sea para bien.
Lamentablemente, y es triste ver cómo esta pequeña que asiste a su casa de estudios se ve sometida a agresiones y humillaciones, ¿Su agresor? Nada más y nada menos que el encargado de su formación quien en el ejercicio de la autoridad sobrepasó el límite incurriendo en abuso de poder.
Los niños son los más propensos a sufrir abusos, ante los constantes casos de maltrato infantil y su vulnerabilidad, han tenido que aprender a defenderse cuando se sienten amenazados.
Algo así pasó con esta niña de 8 años que no pudo soportar más los regaños de su profesor que traspasó los límites de corrección agrediéndola para humillarla, ella quiso hacerle saber que no estaba dispuesta a aceptarlo y trató de ponerlo en su lugar.
Su reacción para detenerlo fue defenderse con otra agresión que lo dejó en el suelo. «La violencia genera más violencia», en este caso se cumple perfectamente este refrán.
El vídeo muestra el momento en el que un profesor le reclama a su alumna por no saber sobre la clase que él estaba dictando. Le habla en todo momento alzando la voz, tratando de amedrentarla, de hecho ella se ve asustada, mientras escucha atentamente en silencio el regaño verbal.
No contento con hacerle pasar esta incomoda situación frente a toda la clase, lleva a otro nivel su abuso de poder, y empieza a golpearla varias veces en la cabeza con la tiza.
Con aires de superioridad piensa que puede hacer lo que le de la gana, sin imaginar que su alumna iba a reaccionar ante sus maltratos de una manera poco sumisa y ¡vaya que le dio la lección de su vida!
La pequeña no dudo en esquivar los golpes y le dio una patada en la zona que más le duele a los hombres. Al final, la pequeña sale corriendo, mientras el hombre se queda en el sitio retorciéndose de dolor.
Afortunadamente, uno de los compañeros de la niña lo grabó todo y el vídeo fue difundido en las redes sociales.
La moraleja para los que son malos profesores: no abusen de su poder, los adultos responsables debemos estar atentos para no permitir que los niños estén en manos de personas que dicen ser educadores pero les queda grande el título de maestro. Todos los niños merecen amor y respeto.
Por supuesto que existen otras formas de defensa para hacer justicia cuando los derechos son vulnerados, empezando por el ejemplo que transmiten los principales modelos del niño: los adultos.
Con el ejemplo se aprende más que con las palabras, esta pequeña seguramente no se sintió mejor después de lo que hizo, aunque muchos aplaudan su conducta, darle alternativas para defenderse es acertado, pero aquellas que puedan hacerla sentir bien.
Es inadmisible todo tipo de maltrato en las aulas, los niños sufren una tortura que puede generar graves problemas como absentismo escolar, trastornos de aprendizaje, rechazo a la educación formal y hasta incluso en episodios de violencia.
Educar es formar ciudadanos con afecto y legítimo deseo de instruirlos estableciendo una buena comunicación y aprendizaje. No hay una única forma de enseñar ni de aprender.
El objetivo de todos los que trabajan con la infancia es procurar su pleno desarrollo físico, mental y social en condiciones de libertad y dignidad. Ningún hombre puede ser un buen maestro cuando vulneran sus derechos.
Comparte este caso por espacios de aprendizaje con cero violencia.