Nadie se merece sufrir los estragos de una dura enfermedad y mucho menos un ser tan noble y vulnerable como los niños.
Muchas veces la vida les asigna duras batallas a pequeños inocentes, pero afortunadamente estos niños tienen la valentía necesaria para enfrentarse ante cualquier obstáculo y tener una vida plena y llena de felicidad.
La protagonista de esta historia es una niña llamada Natasha Fuller, ella solo tiene ocho años, pero es un verdadero ejemplo de fuerza y valentía al enfrentarse a una enfermedad casi desconocida como el síndrome de Eagle-Barrett, también conocida como síndrome del abdomen de la ciruela.
Tal enfermedad hace que su tracto urinario tenga grandes afecciones y requiera urgentemente un trasplante de riñón.
La niña ya está siendo dializada tres veces a la semana en el Hospital Infantil de Wisconsin, ciudad en la que vive con sus abuelos para estar cerca del centro de salud, pero su papá, mamá y hermana viven en Oklahoma.
Con la mudanza, Natasha ha tenido que enfrentar otros problemas, como la adaptación a una nueva ciudad y a nueva escuela.
Ahora, Natasha va a la Escuela Primaria Oakfield y se muestra con gran sonrisa y positivismo sobre su enfermedad, y tal parece que su alegría ha contagiado a todo el lugar porque la maestra de su clase, Jodi Schmidt, está fascinada con la presencia de la chica.
Lastimosamente, la salud de Natasha cada día se deteriora cada vez más y se necesita de emergencia el trasplante para preservar su salud y salvarle la vida.
La desesperante situación llegó a oídos de su profesora, la maestra Schmidt, y fue allí cuando decidió que ni ella ni nadie debería quedarse con los brazos cruzados.
La señora Schmidt tomó una hermosa decisión y por eso invitó a Chris Burleton, la abuela de Natasha, a su salón de clases para notificarle una gran sorpresa.
La maestra discutió la situación con su familia y se sometió a pruebas para conocer si sus riñones serían compatibles con el organismo de Natasha.
Así que la maestra Schmidt decidió darle la sorpresa a la abuela de la pequeña quien creía que había ido al colegio solo a ver las calificaciones de su nieta. La profesora le entregó una caja de regalo que en su interior decía la gran noticia: ella le donaría un riñón a Natasha.
Chris, la abuela de la pequeña, empezó a llorar y llamó a Natasha para que fuera a celebrar con ellas y el ambiente se convirtió en un momento muy especial, lleno de abrazos, esperanza y de ganas de vivir.
El procedimiento quirúrgico al que fueron sometidas resultó exitoso y gracias a su maestra esta pequeña tendrá la oportunidad de vivir y lograr sus sueños. Por siempre tendrá el corazón lleno de gratitud hacia ella por haberle dado el mejor de los regalos.
Kidney-twins: teacher donates kidney to student
"We can be kidney twins for life!" Jodi and Natasha have a special bond after a selfless surgery.
Publicada por Humankind Stories en Jueves, 21 de septiembre de 2017
Es imposible no conmoverse ante el gesto solidario de esta maestra, tiene un gran corazón. Comparte esta inspiradora historia.