Amy Natasha Botten, de West London, recurrió a sus redes sociales para realizar una oportuna denuncia acerca del mal servicio prestado por el encargado de reparto de la cadena Asda. El video, que se volvió viral en muy poco tiempo, desencadenó la crisis reputacional de la marca.
Todo comenzó cuando Amy hizo una compra de 225 euros a Asda, solicitando el envío de los artículos a casa. Ella, además de estar embarazada, tiene problemas en las caderas y debe cuidar a su primer hijo, de unos tres años de edad.
La joven de 20 años recibió el encargo, tal y como lo había solicitado. Subió por sí sola el primer grupo de paquetes y justo en el momento en el que debía llevar al departamento el resto de las cosas, su hijo comenzó a llorar. Ella trató de calmarlo y bajó, lo más rápido que le permitió su actual condición, por unas largas escaleras.
En el video podemos ver que la joven vive en un segundo piso, pero además escuchamos su respiración, la cual nos indica que se encuentra haciendo un gran esfuerzo para trasladarse debido a su embarazo.
Al llegar abajo cruza algunas palabras con el repartidor. Le hace saber que su niño pequeño está llorando y que ella no puede dejarlo solo por mucho tiempo, que debe supervisarlo. Acto seguido le pide al trabajador que la ayude a subir los artículos restantes hasta su departamento, a lo cual él se niega inmediatamente.
This heavily pregnant woman had to leave her child alone in her flat because an ASDA delivery driver refused to help bring shopping up 2 flights ??
Publicada por It's Gone Viral en Domingo, 30 de septiembre de 2018
“Prefiero no hacerlo”, dice el sujeto con sumo descaro, a lo cual Amy le contesta: “¿Prefieres no hacerlo? ¡Pero ese es tu trabajo!”. Finalmente la joven tuvo que encargarse de las compras por sí sola y no dudó en denunciar el mal servicio de Asda en redes sociales.
Muchas personas se sumaron, con sobradas razones, a la indignación de Amy y la denuncia en las comunidades digitales rindió sus frutos, pues Asda trató de compensar el inconveniente que había causado su empleado. Lo que no imaginaron los de la tienda es que sólo empeorarían las cosas.
Asda envió a Amy, una mujer embarazada, una botella de champaña para compensarla por el mal servicio recibido, a lo cual la joven contraatacó con fuerza. Volvió a sus redes sociales para ratificarle a la gente del supermercado que no recibía sus disculpas y hacerle ver el grave error que habían cometido mandando a su casa un obsequio tan impropio como una botella de alcohol.
Los medios se comunicaron con representantes de Asda para saber su opinión acerca de este conflicto, que ha desatado una gran polémica en las redes. Aparentemente el hombre que se negó a colaborar con Amy perdió su trabajo y los del supermercado han seguido en contacto con la joven para reiterarle su vergüenza por los inconvenientes vividos. Incluso, explicaron a la prensa, indemnizaron su compra y le devolvieron el importe total.
No te vayas sin antes compartir esta noticia, que demuestra los efectivos alcances que puede tomar una denuncia si es canalizada a través de las redes sociales.