Mario Núñez es uno de esos héroes silenciosos sin capa, para quien el amor incondicional por su esposa se tangibiliza del modo más conmovedor, y su triste historia ya ha dado la vuelta al mundo.
El hombre de 71 años, originario de Chile, conductor de autobús, lleva más de dos años protagonizando una desgarradora escena cada mañana. Su esposa Fresa Farías, de 65 años, padece de Alzheimer desde hace 4 años y ha perdido toda su autonomía.
Es por eso que, ya que ninguno de sus hijos se ha hecho cargo de la situación, y al no tener ningún tipo de ayuda, no ha tenido otra opción más que salir a trabajar para poder subsisitir. Se ha visto obligado a llevar a su esposa junto a él en la parte delantera del autobús durante su largo recorrido, así todos los días.
La pobre mujer tiene que permanecer las 10 horas que dura la jornada de Mario, soportando el frío, el cansancio, e incluso los accidentes de tránsito que su esposo no ha podido evitar.
Mario se levanta todos los días a las 05:30 de la mañana y tiene que así también, con el corazón destrozado, levantar a su mujer para la dura jornada. Tras vestirla, asearla, limpiarla después de hacer sus necesidades, él la sube al autobús.
«Haga frío o calor, o como sea que esté el clima, tengo que levantarla. y se me parte el alma, porque la veo durmiendo y no quisiera», dijo Mario.
La desgarradora escena la miran todos los pasajeros a diario, pero fue una mujer llamada Ximena Ledezma quien se percató de lo grave de la situación y decidió acercarse al hombre para indagar sobre su historia.
Después de conmoverse por completo, decidió publicarla en su cuenta de Facebook, logrando tocar miles de corazones que la han compartido en las redes.
El hombre habló con la mujer a la que le relató la dura situación que tiene que vivir a diario:
Con subtítulo ♥️ 24horas.cl
Publicada por Sideral Mágica en Lunes, 5 de noviembre de 2018
Tras viralizarse su historia, Mario concedió una entrevista a los medios, donde habló incluso de los duros pensamientos que se le atraviesan por su cabeza ante la desesperación y la impotencia:
«Yo la he cuidado solo, pero se me ha hecho muy pesada la situación (…) hay veces que me dan ganas de autoeliminarnos».
«Yo llego a casa y no converso con nadie, perdí mi vida social, no escucho música, no veo televisión, solamente me dedico a ella y a tratar de que se duerma para yo poder descansar por lo menos una media hora mientras está en su cama. Ese es nuestro día a día».
Su desgarrador testimonio ha terminado de conmover en las redes después de que confesara que cuando su mujer tiene ganas de ir al baño, «debe hacerlo en un tarro».
Confesó que lo único que quisiera es internarla en un hogar especializado, pero no cuenta con los recursos para eso.
Pero a pesar de todas las dificultades, el admirable hombre de ha dicho que no se detendrá y que permancerá junto a su mujer hasta la muerte.
“Aunque ella no sepa de mí, y haya ocasiones en las que no me recuerde, siempre será mi compañera”, confesó.
Con la mirada llena de ilusión, como la primera vez, cuenta orgulloso cómo a Fresia le encanta que le tome de la mano y la lleve a pasear.
“Todo ser humano nace de una mujer, por lo que a ellas debemos respetarlas y cuidarlas”, dijo con firmeza.
Finalmente, la historia llegó a las personas indicadas y Fresia obtuvo la ayuda que tanto necesitaba. La Fundación Las Rosas le ofreció un hogar para que pueda ser atendida mientras Mario sale a trabajar.
Ximena publicó un sentido mensaje de agradecimiento:
Mi corazón va a explotar de felicidad, jamás imagine que un viaje tan cotidiano Como ir al trabajo me iba a dar la…
Publicada por Sideral Mágica en Lunes, 5 de noviembre de 2018
Una verdadera historia de amor que merece ser compartida. Ojalá todas las personas que están en una situación similar reciban esa ayuda que tanto necesitan. Pero está en nuestras manos poner un grano de arena, como lo hizo Ximena. ¡Escuchar a una persona necesitada puede ser el principio de un gran final!