Desde el pasado 19 de mayo Meghan Markle se convirtió en la duquesa de Sussex, su vida cambió radicalmente para adaptarse a los parámetros establecidos por la familia real británica y cumplir con los compromisos de su agenda como miembro de la monarquía.
Recientemente salió a la luz que Meghan podría estar atravesando su primera crisis desde que está en la realeza tras la dimisión de su asistente personal seis meses de la boda.
La renuncia de Melissa, quien actuara como secretaria privada de Meghan desató una ola de rumores sobre el presunto mal carácter de la esposa del príncipe Harry.
El desempeño de la asistente habría sido evaluado positivamente por la familia real, el palacio de Kensington se ha negado a ofrecer declaraciones al respecto. Un portavoz dejó entrever que le realizarían un homenaje de despedida.
“Melissa es una persona muy talentosa. Ella jugó un papel fundamental en el éxito de la Boda Real y será extrañada por todos en la Casa Real Británica”.
Fue precisamente Melissa quien tuvo que lidiar con las complicaciones surgidas en la planificación de la boda como la ausencia del padre de Meghan Markle para acompañarla al altar. Finalmente Harry intercedió para pedirle al príncipe Carlos que interviniera y acompañara a Meghan al altar.
Robert Jobson, biógrafo de la familia real aseguró en su última publicación que los preparativos de la boda de los duques de Sussex fueron realmente estresantes, tanto, que incluso el príncipe Harry que se había caracterizado por ser amable y sereno estuvo de mal genio frente al personal del palacio real.
En ese período, Melissa habría presionado mucho a Meghan para asegurarse de que todo saliera bien, se ocupó de ayudarla en la crisis familiar que vivió cuando su padre intentó vender unas fotos suyas desencadenando su ausencia en el evento.
El príncipe Harry habría intentado complacer a su prometida y ordenó al personal del palacio complacer todas sus peticiones. “Todo lo que Meghan desee, que lo obtenga”.
Para los británicos el hecho de que haya renunciado la asistente personal de Meghan representa un suceso sin precedentes, ya que la mayoría considera que es un empleo muy privilegiado y un honor servir a la realeza.
Melissa habría renunciado por motivos personales, pero muchos alegan que se trata del mal carácter de Meghan ya que abandonar un cargo con tantos beneficios no es lo más común.
Los rumores sobre el temperamento de Meghan adquieren fuerza por el testimonio de Gina Nelthorpe-Cowne, una ex asistente de la familia real británica quien relató que la duquesa de Sussex era implacable y exigente en cuando a sus requerimientos.
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