La imagen de un hombre que cruza un río mientras lleva a un niño en el interior de una bolsa de plástico se ha hecho viral emocionando a miles de personas y ha generado muchos comentarios en las redes.
La escena ha causado opiniones muy dispares. Se trata de un hombre que utiliza el único método viable para trasladar cada día a varios niños a la escuela sin que se ensucien ni tengan riesgos para su salud.
Introducir a los niños en el interior de una bolsa plástica es una práctica común en una aldea rural de Vietnam. Cada día, los menores viajan dentro de la bolsa para cruzar al otro lado del río y llegar secos a la escuela. No hay ningún puente seguro durante la época de lluvias y esta es la única forma de que crucen el río sin poner sus vidas en riesgo.
El río tiene 20 metros de ancho y está ubicado en el pueblo de Huoi Ha. Durante la época de lluvias, los residentes se ven obligados a usar este mecanismo para que los niños no dejen de asistir a la escuela. El trayecto dura muy pocos minutos y garantiza que los menores no se mojen y lleguen a salvo al otro lado. A primera vista resulta desconcertante que este sea el único medio que tienen estos niños para poder llegar al colegio, a veces la realidad supera la ficción.
Los aldeanos dicen que hay un puente que les ofrece la opción de cruzar durante el resto del año, pero en época de lluvias, la corriente y el nivel del agua aumenta mucho, haciendo que sea peligroso cruzarlo y buscan alternativas como esta.
Con el peso de las personas y el aumento del nivel del agua, puede que el puente no logre resistir y por eso está inhabilitado. Otra opción para transportar a los niños sería usar una pequeña balsa, que es lo que normalmente usan para cruzarlo si están lejos del puente, pero durante los meses de lluvias la corriente es tan fuerte que esa opción es inviable. Así que los padres no tienen otra solución que contratar los servicios del señor que se ofrece a trasladar a los pequeños en bolsas de plástico.
Los padres esperan con el alma en vilo a un lado del río mientras observan cómo el hombre traslada a sus hijos al otro lado del río dentro de una bolsa que sujeta únicamente con sus manos y que supuestamente tiene el oxígeno suficiente para que los niños respiren en lo que dura el trayecto.
Pero ese no es todo el camino que tienen que recorrer estos niños para llegar a la escuela. Después de cruzar el río todavía tienen que caminar casi 15 kilómetros para llegar a su destino.
Son varios los países en los que las lluvias se intensifican desde junio hasta octubre, pero cada uno busca la mejor manera de que su vida no se vea afectada durante ese tiempo. Nos queda claro que nada es un impedimento para que estos pequeños logren prepararse académicamente.
A pesar de sus precarias condiciones, luchan por hacer valer los derechos de los niños sin privarlos de uno tan importante como la educación. El Estado debería ofrecerles a los ciudadanos la seguridad necesaria y la garantía de que todos puedan ser escolarizados sin complicaciones.
Para muchos resulta admirable la perseverancia de los padres que a pesar de las adversidades, se esfuerzan para darles a sus hijos las mejores oportunidades dentro de sus posibilidades.
No te vayas sin compartir este emotivo caso y la próxima vez que tus hijos o algún niño que conozcas tenga una queja o excusa para ir a la escuela, cuéntale las peripecias que tienen que hacer estos niños para poder llegar a su colegio.