Julio Iglesias es padre de Javier Sánchez Santos. Tras los incesantes intentos de Sánchez durante años por ser reconocido como hijo del cantante español, finalmente este miércoles el Juzgado de Primera Instancia número 13 de Valencia ha puesto fin a esta batalla que parecía no terminar.
Javier Sánchez Santos, de 42 años de edad, nació a los 9 meses de una relación fugaz entre Julio Iglesias y la ex bailarina portuguesa, María Edite.
El juicio por la supuesta paternidad de Julio Iglesias quedó fijado en sentencia el pasado 4 de julio tras la celebración de una vista en la que únicamente declaró como testigo la madre de Sánchez Santos.
El caso acaparó los medios de comunicación a lo largo de la dura batalla legal, después de que Julio Iglesias se hubiera negado injustificadamente hasta en 3 o 4 ocasiones a hacerse una prueba de ADN, lo que parecía indicar que María Edite era la poseedora de la verdad.
El abogado de Sánchez Santos, Fernando Osuna, apuntaba que su cliente tenía todas las de ganar, debido a esa negativa de Julio Iglesias y por su «enorme parecido físico».
Una prueba de ADN, además habría descartado que Javier Santos fuera hijo del ex marido de su madre, algo que indudablemente acentuó más en el hijo de María Edite su deseo de ser declarado hijo de Iglesias.
Por otra parte, un juez había negado la autorización para que los hijos de Julio Iglesias fueran sometidos a pruebas de ADN, para así corroborar si había grado de consanguinidad con Sánchez Santos.
Sin embargo, se pudieron extraer unos restos de la basura del domicilio de Julio José Iglesias, hijo de Isabel Preysler y el cantante. Y un fallo posterior basado en el test realizado determinó que Javier Sánchez y Julio José Iglesias eran hermanos en un 99 %.
Santos ya había sido reconocido en 1992 como hijo de Julio Iglesias, según un juzgado de Valencia. Pero dos años más tarde la Audiencia Provincial revocó esa declaración debido a que la negativa de Iglesias para hacerse las pruebas de ADN no era motivo suficiente para dictaminar su paternidad.
Sánchez Santos, por su parte, ha revelado a los medios su dura infancia en medio del acoso escolar y sin un padre que lo reconozca, y por si fuera poco tener que afrontar la fama de aparecer en la prensa por las razones menos gratas. Siempre piensa cómo habría sido su vida si desde el principio su padre lo habría reconocido.
«No es bonito ser famoso y pobre. La mía, al menos entonces, ha sido una fama incómoda”, confiesa.
Su corta carrera artística en Estados Unidos se vio truncada por el cierre de la compañía discográfica con la que había firmado, y de haber soñado con un futuro prometedor pasó a hacer lo que fuera para sobrevivir. En 2010 regresó a Valencia, vive con su mujer Chiara Allegrini, y a veces ejerce como D.J.
«Ya he dicho que estoy dispuesto a perdonar. Me encantaría conocerlo y que todo fuera más discreto. Pero para una persona como yo es difícil, porque sabes que estás peleando contra alguien que tiene mucho poder y se niega a aceptar la realidad. Esa combinación hace que sea bastante duro para mí”, había declarado a fines del año pasado.
Una noticia que pone fin a un proceso tedioso como duro para este hombre, que a su cuarta década de vida recién obtiene el respaldo de la ley para llamar papá a quien siempre supo que lo fue. Déjanos saber qué opinas de la decisión del juez y comparte esta noticia.