Una gata embarazada se preparaba para el esperado momento de dar a luz. No imaginaba que en medio de esos instantes tan decisivos, contaría con la ayuda de su fiel amigo perruno. Lo que sucedió al final es digno de imitar y admirar, y emociona hasta el corazón más duro.
Aunque exista una creencia generalizada de que los gatos y los perros no se llevan bien, abundan los casos de hogares que tienen ambas mascotas y la experiencia de su convivencia armoniosa y llena de amor, calla la boca de muchos incrédulos.
Un impresionante vídeo se ha hecho viral tras mostrar la curiosa y maravillosa interacción de un perro macho con una gatita dando a luz.
La gata comenzó con su complicado parto y el perro de la casa corrió a auxiliarla
No se conocen mayores datos de estas mascotas, pero pertenecen a una linda familia en Turquía. Todos se mantenían emocionados y a la expectativa de que la madre gata por fin trajera al mundo a sus bebés.
Pero lo que nadie imaginó fue que el perro de la casa se apersonara del asunto, como si del propio padre de los mininos se tratara. Probablemente, los pequeñitos fueron fruto de una aventura callejera de la madre, así que el padre biológico de las criaturas brilla por la ausencia. Por eso, no fue raro que el perro: amoroso, buen amigo y solidario, entendiera que debía cumplir con su función de macho del hogar. Si de algo estaba seguro era que esas criaturas necesitaban un padre, y él estaba ahí para suplirlo.
Todo parecía estar saliendo a la perfección con la parturienta; sin embargo, el solidario perrito no dudó en aparecer en la «sala de partos», para darle una mano a su amiga.
Llegó ansioso para ayudarla en el parto
Su familia se quedó sorprendida al ver cómo inmediatamente empezó a lamer a la gata, como si quisiera ayudarla a pujar. Lo que realmente quería era calmarla y tranquilizarla, y asegurarle que todo estaría bien.
Desempeñó el papel más activo para traer al mundo a los gatitos
Cuando finalmente los pequeñines fueron saliendo uno a uno del vientre de su madre, la familia no podía más de la emoción. Entonces, el dulce perro, también acarició y lamió uno a uno a esas pequeñas bolitas de pelos como si fueran propios.
Es impresionante que la gata no se molesta en lo absoluto por la presencia y la ayuda del perro. Y eso que las madres suelen ser muy celosas con sus bebés, incluso podrían llegar a rechazar a los cachorros si perciben que alguien más los toca.
Que los perros y gatos se odian no es más que un mito
Pero en este caso inaudito que desafía todas las probabilidades, la madre está más que tranquila y segura, y hasta agradece el apoyo emocional de su mejor amigo.
Es una suerte que sus dueños hayan registrado este bello momento para que quedara constancia. Si no tuvieran la prueba, nadie les creería. Nos demuestra que los gatos y los perros no son realmente enemigos, solo les hace falta entenderse mejor.
¡Es un caso único! Mira a este abnegado padre adoptivo en acción:
Cuando toda la labor de parto ha terminado, y las crías ya han sido limpiadas, abrazadas y acurrucadas por la madre, finalmente gata y perro se miran el uno al otro. Es como si dijeran:
«¡¿Qué cansado todo esto, no?!»
Finalmente, ellos también se echan un rato. Juntos lo han hecho de maravilla, saben que se tienen el uno al otro, y ahora disfrutan del más merecido descanso.
Es indudablemente un impresionante momento que nos demuestra la empatía y la sensibilidad que pueden mostrar los animales, aunque sean de especies diferentes. Para ellos solo prima el amor. ¡Qué hermoso y cuánto por aprender!