La pequeña Anita Board, de 8 años tuvo una abrupta y repentina muerte después de que su auto de carreras junior sufriera una colisión durante una prueba que pretendía examinar las condiciones en las que se encontraba el vehículo.
Tras una mala vuelta, el auto impactó directamente contra una de las barreras de contención de concreto de la pista provocándole graves daños a la niña que fue rápidamente atendida por los paramédicos antes de ser llevada de emergencia al hospital, donde trágicamente murió al día siguiente.
Este accidente ha ocasionado que al oeste de Australia se prohíban las carreras infantiles en el Perth Motorplex, la cual era la única arena que permitía dicha actividad.
Según reportes, Anita había estado practicando para obtener su licencia de pilotos de carreras junior de la Australia National Drag Racing Association (ANDRA) ya que apenas había cumplido los 8 años, la cual era la edad mínima de ingreso a la organización.
El ministro de deporte y educación, Mick Murray, ha expresado su opinión sobre el asunto diciendo que “La suspensión de esta categoría automotriz permite una investigación a fondo sobre todos los factores relacionados con el incidente. El gobierno de estado esperará hasta que los detalles del siniestro se aclaren antes de ahondar más en los datos de la investigación”.
Murray ha declarado que él no estaba al tanto de que niños tan jóvenes como Anita tuviesen permitido participar en este tipo de actividades automotrices.
Estaba muy sorprendido, pero hasta donde llega mi conocimiento sé que era una actividad muy controlada, pero eso no le quita lo trágico a este accidente”.
Por su parte, el padre de Anita, Ian Board, ha publicado un mensaje en sus redes sociales explicando lo devastado que se siente con toda la situación:
Mi corazón está en un millón de pedazos. Necesitaremos su amor y apoyo durante los próximos meses”, publicó en un foro de internet local.
Los miembros de la comunidad de autos de carreras local han demostrado su apoyo a la familia usando la etiqueta #HelmetsOutForAnita (Nos quitamos los cascos por Anita) en diversas plataformas de redes sociales.
ANDRA publicó lo siguiente en su sitio oficial: “Anita estaba pasando por el proceso de obtener su licencia de carreras cuando ocurrió este terrible accidente. Los corredores junior tienen que estar bajo las más estrictas normas de seguridad y sus autos deben tener una serie de estándares de seguridad específicos para asegurar el bienestar del corredor”.
La vida de una criatura tan joven debe ser protegida a toda costa, pero no podemos negar que Anita murió haciendo lo que le gustaba; aunque pueda sonar terrible, la idea no es aislar a los niños y nunca permitirles cumplir sus sueños, pero esto nos invita a la reflexión de que, como todo en esta vida, debe existir un balance entre lo que nuestros hijos quieren y lo que realmente no representa un peligro para ellos mientras dependan de nosotros.
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