En el 2016, Hemlata Singh, una madre residenciada en Jodphur, India, dio a luz a un saludable y tierno bebé, el único problema era que el bebé tenía un gemelo, lo cual no sería nada de que alarmarse en el caso de que ambos infantes estuvieran separados y fuesen completamente independientes el uno del otro.
Pero todo comienza a complicarse cuando descubren que un gemelo no estaba totalmente formado; no tenía piernas y en general todo su cuerpo se veía a medio formar. Además, ambos bebés se encontraban unidos por el hígado, convirtiéndolos en gemelos siameses.
El hecho de que un par de gemelos nazcan unidos de algún modo no necesariamente implica que vaya a haber algún tipo de complicación de salud para alguno de ellos; en caso de estar perfectamente saludables, ambos pueden llegar a tener largas vidas y, de ser posible, pueden ser separados sin ningún tipo de problema.
Sin embargo, muchas veces uno de los bebés no está totalmente formado o de algún modo depende de su hermano para algún tipo de función; por ejemplo, si ambos comparten un corazón, inevitablemente el gemelo más sano será el encargado de mantener un corazón que late por dos, lo cual pudiera causarle graves problemas de salud a futuro.
En este caso, ambos bebés se encontraban unidos por el hígado y al no estar completamente formado, un gemelo estaba siendo un parásito para su hermano, aprovechándose de las funciones corporales del mismo para mantenerse con vida.
A raíz de esto y para procurar la salud de al menos uno de los bebés, se tomó la decisión de separarlos mediante una operación que, si bien podía ser peligrosa, garantizaba más seguridad que simplemente dejarlos unidos por el resto de sus vidas.
Con tan solo 9 días de edad el pequeño Sonni fue separado exitosamente de su gemelo parásito, el cual murió un par de horas después de concluida la operación.
Sonni fue capaz de regresar a casa con su madre 12 días después. Por su parte, la madre declaró:
Estoy muy feliz de que la condición de mi hijo esté mejorando y de que pronto estará totalmente sano”.
Sin duda alguna no fue una decisión fácil de tomar, pero si esto garantizaba la seguridad de al menos uno de los bebés era lo menos que se podía hacer; con el paso del tiempo, la salud del pequeño Sonni mejorará y su hermanito lo cuidará desde el cielo.
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