Los análisis de los profesionales de la salud deben ser exhaustivos y prolongados antes de emitir un diagnóstico o dictamen a su paciente, además deben mostrarse siempre empáticos con la persona que necesita atención pues podría desatar tragedias evitables por actuar de forma apresurada y desinteresada.
Una joven de 19 años en Farnworth, Bolton, una pequeña ciudad de Reino Unido, llamada Elise Flitcroft estaba embarazada de 23 semanas cuando empezó a padecer un dolor abdominal severo.
La joven embarazada solicitó el servicio de ambulancia del hospital Royal Bolton Hospital; sin embargo, antes de llegar al hospital, una partera que se encontraba en la ambulancia le dijo a Elise: “¿Sabes qué el taxi nos acaba de costar 300 libras (339 euros)?”, haciendo referencia que la joven no presentaba ningún problema de emergencia y acusándola de solicitar una ambulancia de manera innecesaria.
La misma partera fue la que le dijo a la mujer que ella tenía una infección urinaria común y tres horas después fue enviada a casa. Cuando Elise ya se encontraba en su hogar, que está a unos diez minutos en auto del hospital, sufrió un parto prematuro en el suelo de su baño lo que le ocasionó daño al bebé.
Posteriormente, ingresaron al recién nacido al hospital Royal Bolton y lo pusieron en una incubadora; desgraciadamente, el pequeño no se recuperó y murió en el hospital.
El centro médico se disculpó en un comunicado por la acción y los comentarios de la matrona que evitaron una buena atención a la chica y que pudo impedir el fallecimiento de su bebé. Un médico forense recriminó el comentario comparativo al taxi describiéndolo de “extraordinariamente insensible”.
Ante lo ocurrido, la jefa de obstetricia de Bolton NHS Foundation Trust, Sue Ainsworth, instó a las mujeres embarazadas a marcar 999 en busca de una ambulancia ante cualquier sospecha de parto.
Lamentamos profundamente que nuestra partera haya causado angustia en este momento difícil, puedo asegurar que no es política, ni fue una directiva para el personal, que las mujeres en trabajo de parto no debieran disuadir el uso de ambulancias para ir al hospital”, comenta la jefa del hospital.
También añadió que la partera se disculpó con la familia por sus comentarios, a su vez, informó que la joven había recibido una alerta en un estudio previo que su embarazo era de riesgo y cada síntoma que sintiera debía ser notificado a los médicos porque podía ser contraproducente para el bebé, lastimosamente, así fue exactamente y terminó de forma fatal.
En ese momento, tenía un dolor intenso, HABÍA ROTO AGUAS semanas antes y estaba clasificada como un embarazo de alto riesgo. Me sentía muy vulnerable y, sin embargo, la partera era muy arrogante y desdeñaba lo que le decía”, comenta la joven.
Los padres del bebé, Elise y McCauley Tatlock, llamaron a su hijo Dominic y esperan que su vivencia sea lección para el personal de salud para que no se repita una situación similar que les costó la vida a su pequeño.
Cuando se trata de salud lo mejor es siempre ir al médico, su trágica historia puede ayudar a crear consciencia sobre la importancia de un diagnóstico oportuno. ¡Compártela!