Son muchas las denuncias de los activistas contra los decadentes burdeles en Dinamarca que ofrecen a animales para quien quiera abusar sexualmente de ellos.
Muchos animales son prostituidos brutalmente, según las estadísticas, al menos 17% de los animales de compañía en Dinamarca han sufrido abuso sexual de parte de un ser humano.
A pesar de que es una práctica prohibida, para algunos es una industria ilegal a través de la cual obtienen dinero desde la explotación sexual de los animales.
En Alemania y en Suecia prohibieron y penalizaron las relaciones sexuales con animales, en la primera década del siglo XXI los Países Bajos, Noruega y el Reino Unido establecieron la misma legislación. Mientras que España, en 2015 prohibió esta controversial práctica.
Pero Dinamarca, se ha convertido en un destino atractivo para “turismo sexual”, especialmente para practicar zoofilia, es el lugar más codiciado de toda Europa para este fin.
Generalmente, las personas mantienen relaciones sexuales con perros o caballos, considerando que la causa es una orientación sexual incomprendida.
Centenares de parejas toman la iniciativa de mantener relaciones sexuales incluyendo a animales en el acto.
En centros turísticos algunos burdeles de los barrios rojos ofrecen pequeñas habitaciones donde los perros están amarrados y con un bozal mientras esperan a la próxima persona que tendrá relaciones sexuales con ellos.
Aunque parezca insólito, miles de turistas se sienten atraídos por este particular servicio. El hecho ha causado polémica en las redes, y organizaciones como ZETA, defienden que el sexo con los animales es una manifestación de amor por ellos, alegando que quienes practican la zoofilia “aman” de manera especial a los animales.
De acuerdo a un trabajo de investigación realizado por el Ministerio de Justicia danés, los médicos veterinarios determinaron que muchos animales de compañía tenían signos de haber tenido relaciones sexuales con seres humanos al menos una vez.
Después que salió a la luz este informe, los grupos activistas que luchan por la defensa de los derechos de los animales exigieron un cambio en la legislación que prohibiera los encuentros sexuales entre seres humanos y animales.
En 2015, se aprobó una nueva ley que prohibió la zoofilia de forma definitiva, anteriormente había una legislación que solamente castigaba los actos sexuales que representaran un daño para el animal.
Los animalistas aseguran que, aunque no presenten lesiones físicas, se trata de un acto no consensuado que causa graves daños psicológicos para la víctima. Aunque también representa un riesgo para la salud de los seres humanos que practican la zoofilia.
Pero a pesar de esto, muchos burdeles todavía explotan a los animales para satisfacer los caprichos de personas que no contemplan que se trata de una atrocidad mientras obtienen beneficios económicos.
La mayoría de los turistas interesados en la zoofilia provienen de Alemania, se ha podido conocer que algunas granjas ofrecen sexo con sus caballos y asisten autobuses llenos de clientes interesados.
En Tønder, una localidad cercana a la frontera de Alemania, hay un burdel de animales. Generalmente quienes hacen estas prácticas lo hacen de manera oculta, temiendo que las autoridades los reconozcan y sean aplicadas sanciones en su contra.
¡Es desgarrador! ¿Cómo pueden existir estos lugares? No te vayas sin compartir esta noticia.