Asha, una golden retriever de cinco años, le dio a su dueña la mayor sorpresa y orgullo de su vida, tras descubrir que había salvado a un bebé koala abandonado.
Kerry N Raymond McKinnon, de Victoria, Australia, de 45 años, aún no se había despertado cuando recibió un llamado de su esposo para que bajase.
«No sabía de qué estaba hablando al principio, pero luego vi a este pequeño koala acurrucado encima de Asha», relata Kerry.
Entonces entendió que su adorable perrita era la responsable de haberle salvado la vida al pequeño indefenso koala, que estaba abrigándose con el confortable pelaje de Asha en el porche de su domicilio.
«Me puse a reír. LA pobre Asha no sabía qué pensar, solo seguía mirándome con una mirada tan confusa».
«Se veía un poco culpable cuando salí a ver qué estaba pasando. Su expresión verdaderamente era muy divertida».
Kerry contó a los medios que probablemente lo que sucedió fue que el bebé koala se cayó de la bolsa de su madre a media noche y no supo qué hacer. Sin su madre y con temperaturas menores a los 4 grados, decidió poner toda su fe en Asha, su heroína, que casualmente estaba durmiendo en el porche trasero.
A pesar de lo que debe haber sido un momento muy confuso para Asha, su instinto de madre sin importarle que no fuera de ni de su misma raza, ni siquiera perro como ella, no le impidió acoger al pequeño como propio.
Acurrucándolo en la fría noche le libró de una hipotermia potencialmente mortal. Y así fueron encontrados por la mañana por su dueña, mientras el bebé se aferraba al calor que le brindaba la cómoda Asha.
«Asha definitivamente salvó la vida del koala al mantenerlo caliente. Habría muerto allí», aseguró kerry.
Pero Kerry debía actuar inmediatamente, ya que el bebé koala debía ser atendido. Cuando trató de separar a los nuevos amigos, ella dice que el koala hizo un gran alboroto y no quería dejar su nuevo refugio seguro. «El koala no quería dejar la espalda de Asha. Cuando lo sacamos para envolverlo en una manta, realmente protestó», dijo entre risas la mujer.
«Fue hermoso de ver y una escena tan singularmente australiana».
A pesar de la difícil separación del par, Kerry llevó al bebé para que pudiera ser atendido por un veterinario. Y ahora se encuentra seguro en un centro local de koalas.
«Esta golden retriever se ha convertido en la salvavidas más improbable después de que el pequeño koala se encontrara frío y solo. En breve será devuelto a la naturaleza, pero siempre agradecido con su mamá adoptiva, afortunadamente muy peluda e imperturbable», declaró por su parte el veterinario.
Este bebé pronto podrá gozar de la vida en libertad, no sabemos si algún día volverá a ver a su salvadora, pero sin duda jamás olvidará ese incondicional calor maternal que recibió cuando tanto lo necesitaba. Comparte esta hermosa historia con tus amigos.