Un pequeño de apenas dos años de edad estaba jugando con su abuela en un campo abierto, cuando tras tropezar ocurrió una lamentable tragedia.
El bebé cayó por un pozo descubierto, sin que la desesperada mujer pudiera hacer nada por impedirlo.
Los hechos sucedieron el pasado martes a las 5h40 p.m., en la ciudad de Xuzhou, en la provincia de Jiangsu, este de China.
Se trataba de un pozo sin agua de 40 centímetros de diámetro y lo único que lo cubría era un plástico.
Ni el pequeño ni la abuela pudieron advertir del peligro, pero afortunadamente no tardó en llegar la ayuda que necesitaba, todos temían que verdaderamente pudieran hallarlo con vida debido a la profundidad y estrechez del agujero.
Cuando los servicios de emergencia se presentaron en el lugar fue imposible que accedieran al pequeño, por lo que solicitaron la presencia de los bomberos.
Los efectivos del Cuerpo de Bomberos protagonizaron un impresionante operativo de rescate que tardó horas.
Los rescatistas tuvieron que remover la tierra de alrededor del agujero, para lo que fue necesario transportar al lugar hasta cinco excavadoras.
Desenterraron el terreno circundante que impedía llegar hasta el hueco, por el que había caído el pequeño. Una vez que el tubo de cemento estuvo libre de tierra y hierba, procedieron a cortarlo para tener más fácil acceso al menor.
Después de dos horas de excavación, los rescatistas lograron extraer cuatro de los tubos de 1,2 metros.
Sin embargo, cada minuto que pasaba sabían que contaba y les preocupaba seriamente en qué condiciones estaría el pequeño allá abajo. Así que mientras realizaban las complicadas maniobras a la vista de la multitud que se mantenía en vilo, extremaron los cuidados para proporcionarle al menor todo lo que necesitara para salvar su vida.
Uno de los bomberos declaró su angustiante experiencia durante el rescate del niño
«Lo calmamos y luego descendimos un respirador para proveerlo de oxígeno para que pudiera respirar con normalidad. Después le enviamos una botella de agua para que pudiera mantenerse hidratado».
Tras horas de esfuerzo en la excavación y hacer de todo para mantener al pequeño a salvo en la profundidad, aunque resultaba totalmente improbable, un heroico bombero pudo bajar con una soga y sacar al menor.
Boca abajo, atado con las sogas a sus pies, fue descendido por sus compañeros que esperaban expectantes y nerviosos, la salida del pequeño.
«Ese pozo tenía solo 40 centímetros de diámetro. Me apreté para que mis hombros se empujaran completamente contra el pozo mientras bajaba. Nunca pude usar mi casco. Mi cabeza también estaba pegada al pozo y bajé lentamente. Cuando mis manos alcanzaron al niño estaba tan emocionado», dijo el valiente bombero que se atrevió a bajar.
Entre aplausos fue recibido el pequeño que finalmente fue rescatado a salvo en manos de sus heroicos rescatistas
El niño fue enviado a un hospital local de inmediato. Está en buen estado de salud sin lesiones traumáticas evidentes.
Este es el video completo del heroico rescate que ha sido difundido en las redes:
Un impresionante rescate que asienta un precedente en la necesidad de tomar las medidas de precaución necesarias para evitar estos lamentables accidentes. Esta vez hubo un final feliz, pero no siempre es así. ¡Comparte esta noticia!