El nacimiento de un bebé es uno de los momentos más esperados por los padres para finalmente poder conocer al nuevo miembro de la familia que esperaron con tanta ilusión.
Pero lamentablemente a veces algunos sucesos inesperados pueden empañar esa alegría, tal como les pasó a estos jóvenes padres cuando recibieron el alta médica en el hospital para llevar a su bebé recién nacida a casa.
Eliana Meneces, de 24 años, rompió aguas a las 33 semanas de embarazo y tuvo que ser sometida a una cesárea de emergencia el pasado viernes en el Hospital Mariano y Luciano de la Vega en Moreno, una localidad de Argentina, a pesar de que el control de su embarazo lo hizo en otro centro hospitalario.
Cuando nació la bebé se la entregaron y le dijeron: “Mamá, te felicito, es una nena”, enseguida la trasladaron a la unidad de cuidados de neonatología porque nació con problemas respiratorios.
Daniel Ledo Randall, de 22 años, padre de la pequeña sugirió llamarla Agustina, estaban contentos de recibir a su hija y confiaban en que superaría las adversidades de salud que se le presentaron.
Lograron visitar a la bebé el sábado y permanecer con ella, el día siguiente recibió el alta médica y las enfermeras les entregaron a otro niño.
La madre asegura que notó que se veía más grande y con distinta apariencia, al decir su nombre las enfermeras le preguntaron que por qué la llamaban “Agustina” si debería ser “Agustín”.
Los padres recibieron al bebé y expresaron su incertidumbre al saber que habían tenido a una niña. Pero la única respuesta que recibieron fue el absurdo argumento de que “se desarrolló su miembro estando fuera del vientre”.
En una entrevista que ofreció junto a su pareja ante un medio de comunicación local, la madre relató: “Tengo ecografías guardadas, a los seis meses de embarazo se confirmó que era una nena”.
En el certificado de nacimiento que fue firmado por el médico obstetra que estuvo a cargo de la cesárea dice que el nombre de la niña es Agustina y que es de sexo femenino.
La madre está consternada, asegura que el sábado cuando fue a visitarla pudo confirmar que era una niña. “Llegué justo cuando le estaban cambiando el pañal. Pedí que me lo dieran, pero me dijeron que tenían que pesar primero. Vi que era una nena”.
El día siguiente volvió y le dijeron que esperara fuera porque le estaban sacando la sangre para hacerle una analítica, hasta que cuando pudo entrar notó que su bebé no se veía igual.
“No entiendo cómo pasó”, dijo Eliana quien fue con el padre de la niña a reclamar al hospital argumentando que tiene tres ecografías y que en la última se veía el sexo de su bebé.
Se han trasladado al hospital donde nació su hija, pero no han sido atendidos por los directivos tal como lo solicitan.
Daniel, el padre de la niña estaba desesperado, “Me explicaron que puede ser una patología que puede traer el bebé, que se puede desarrollar después de estar en el vientre de la madre. La verdad es que no lo entiendo”.
“Yo estudié, tengo el bachillerato terminado y me enseñaron que el bebé se forma en el vientre humano. Mi bebé nació prematura, me quisieron decir que el miembro masculino se desarrolló fuera. El partero no se puede equivocar nunca, es la primera persona que confirma qué sexo tiene la criatura”, dijo el padre.
Eliana y Daniel han ido al hospital con una abogada, pero no han recibido respuesta sobre su caso. Según la abuela materna de la bebé, un médico le dijo que hubo un error al identificar el sexo cuando la limpiaron.
Ante su denuncia, un fiscal ordenó que sometieran al bebé a una prueba de ADN y están esperando el resultado. Comparte esta estremecedora noticia, ojalá que tenga un feliz desenlace.