Richard Harris, de 53 años, es un médico australiano de Adelaide que participó en las labores de rescate de los 12 niños y su entrenador atrapados en la cueva Tham Luang en Tailandia.
Su ingeniosa idea fue la que preparó el camino para llevar a cabo el rescate, sus conocimientos médicos y su experiencia en buceo fueron claves para que el operativo tuviera resultados exitosos.
Pero justo después de que concluyera la misión se tuvo que enfrentar a una tragedia, le informaron que su padre había muerto poco después de haber terminado el rescate.
El doctor Harris arriesgó su vida para salvar la de los 12 jugadores atrapados y la de su entrenador de fútbol, él fue la última persona en salir de la cueva después del rescate, jamás pensó que se enteraría de una noticia tan dura.
“Es con gran tristeza que confirmo que el padre del doctor Harris falleció anoche poco tiempo después de la exitosa operación de rescate en Tailandia”, declaró Andrew Pearce, el jefe del médico y director clínico de MedStar.
“Es un momento de dolor para la familia del doctor, sumado al cansancio físico y emocional por haber sido parte de un operativo de rescate altamente complejo y que finalmente resultó exitoso”, dijo Pearce.
Agregó: “Volverá a casa pronto y se tomará un tiempo libre bien ganado para estar junto a su familia”.
“Todos estamos realmente orgullosos del extraordinario trabajo del doctor Harris”.
Los 30 años de experiencia del doctor Harris fueron esenciales para el rescate, tiene más de tres décadas practicando buceo en cuevas y además es especialista en recuperación médica MedStar en Australia.
El anestesista fue el que propuso una idea médica que ayudó a que los niños pudieran mantener la calma mientras recorrían junto a dos buzos el trayecto de 1,7 kilómetros para nadar hasta la superficie.
En el interior de la cueva él administró un ansiolítico suave a los pequeños para que los más inexpertos en natación pudieran sentirse más seguros y relajados.
Además, él convenció a los efectivos de Tailandia para que en lugar de sacar primero a los niños más fuertes tuvieran prioridad los más débiles después de comprobar a través de un chequeo médico que si se quedaban tendrían menos probabilidades de sobrevivir.
En el operativo de rescate Australia jugó un papel fundamental, 19 personas fueron enviadas a Tailandia para participar incluyendo seis buzos militares, y al doctor Harris que evaluó la salud de los niños y logró que la operación saliera adelante.
Todos eran miembros de un equipo de rescate internacional que estaba liderado por los miembros de la armada tailandesa que se enfrentaron a condiciones extremadamente peligrosas para sacar a los últimos cuatro niños atrapados y a su entrenador.
Narongsak Osottanakorn, jefe de la misión de rescate declaró en una rueda de prensa “Hicimos algo que nadie más pensó que era posible”, y aprovechó para agradecer a todo el equipo de rescate de Tailandia y de otros países.
“Todos están a salvo, no sabemos si es un milagro, la ciencia o qué”, dijo Osottanakorn quien también rindió tributo a Smaan Kunan, ex buzo de la marina tailandesa que murió la semana pasada después de llevar oxígeno a la cueva.
Muchas figuras públicas importantes han expresado su admiración por el equipo de rescate y celebran la buena noticia.
El doctor Harris ahora vive un momento muy duro, pero puede sentirse plenamente satisfecho y orgulloso de haber salvado 13 vidas gracias a su buen corazón. Le enviamos un mensaje de solidaridad y consuelo, compártelo.