Es normal que en un día muy caluroso queramos darnos un chapuzón en una piscina; y, para quienes no tienen una al alcance, un manguerazo siempre puede ayudar. Rociar a alguien con la manguera puede ser, además de muy divertido, un alivio para esos días de intenso calor; sin embargo, también puede ser peligroso, aunque no lo creas.
El departamento de bomberos de Las Vegas publicó una foto que te romperá el corazón, con ella quieren mostrarle a todo el público lo peligroso que puede resultar mojar a alguien con una manguera expuesta al sol.
Se trata de la foto de un pequeño bebé que tenía quemaduras de segundo grado después de que su madre lo rociara con una manguera que había estado expuesta al sol por mucho rato lo que causó que la temperatura del agua se calentara lo suficiente como para quemar la piel del pequeño.
Esta advertencia va para todos, se recomienda no rociar ni a personas ni mascotas con una manguera sin dejar primero correr un poco el agua, de este modo el agua caliente será liberada sin lastimar a nadie.
La madre del pequeño Nicholas de tan solo 9 meses roció a su bebé con la manguera sin imaginarse que el agua que saldría de ella estaba tan caliente que le provocaría quemaduras de segundo grado.
Una manguera expuesta al sol en verano en Las Vegas puede calentar el agua que no fluye hasta a 60 grados centígrados, por lo que es recomendable dejar correr un poco el agua antes de rociarla sobre un ser viviente pues esto puede causar peligrosas quemaduras.
Las quemaduras de Nicholas fueron causadas al menos en el 30% de su cuerpo; su madre, Dominique Woodger, se disponía a llenar la piscina para niños para pasar un rato agradable y mientras encendía la manguera roció a su pequeño bebé sin sospechar el terrible daño que le causaría.
Según declaraciones de la madre, ella no sabía que el agua estaba a tan alta temperatura y que lastimaría a su hijo, ella lo roció con el agua hasta que empezó a escuchar que su bebé lloraba. Posteriormente, vio cómo su piel de su pequeño se enrojecía y se veía algo que parecían ampollas.
Pensé que estaba llorando porque estaba enojado, porque odia cuando le rocían en la cara”, dijo Woodger. “No pensé que lo estuviera quemando, no es algo que pienses”.
Esta madre aprendió la lección de la peor manera. Pero esperamos que gracias a las fotos compartidas por los bomberos muchos aprendan que la idea de rociar a alguien sin dejar que el agua de la manguera corra primero es terrible.
Comparte con todos los que puedas y evita más accidentes como el de Nicholas.