El embarazo y la maternidad no siempre es como lo muestran en las publicidades, muchas veces se pueden presentar complicaciones tanto para la madre como para el bebé. Las malformaciones congénitas son uno de los mayores temores, se tratan de defectos o condiciones que ocurren durante el desarrollo embrionario.
Aunque hay malformaciones como el labio leporino que más adelante pueden ser corregidos con cirugías, la mayoría resulta incompatible con la vida, es decir, los bebés sobreviven pocos minutos después de su nacimiento.
Hay maneras de detectar que un bebé tiene alguna malformación congénita antes de su nacimiento.
Cuando Hayley Martin tenía cinco meses de embarazo los médicos tuvieron la difícil tarea de informarle a ella y a su esposo Scott, que su hijo venía con una malformación conocida como Agenesia Renal Bilateral. Esto quería decir que su bebé nacería sin ninguno de sus riñones, por lo tanto moriría minutos después de su nacimiento.
La expectativa de vida de la pequeña Ava-Joy era de tan solo 9 minutos.
Lamentablemente, la solución que la ciencia ofrece en estos casos es interrumpir el embarazo, ellos esperan de esta manera ahorrarles sufrimiento tanto a los padres como al bebé. Pero Hayley no estaba dispuesta a esa opción y decidió llevar la gestación a término, además ellos tenían la esperanza de que sus órganos sanos pudieran ser donados para salvar la vida de otros niños.
Sus familiares y amigos al enterarse de lo que estaba sucediendo les enviaron muchos mensajes de apoyo y solidaridad.
Durante el resto del embarazo, Hayley tuvo que mantenerse fuerte mentalmente pero sentía mucha tisteza cada vez que veía a otra mujer feliz con su embarazo. “Yo podía sentirla dentro de mí, se movía y yo tenía todos los síntomas de un embarazo normal, pero sabía que no iba a poder criarla”, fueron parte de las palabras de Hayley en un una entrevista.
Pero la parte más dura aún estaba por venir.
Ava-Joy, finalmente nació el 8 de enero pero era demasiado pequeña y su peso realmente bajo, no llegaba al peso mínimo requerido para la donación de órganos. Esto fue una noticia desmoralizante para sus padres ya que sus órganos eran tan pequeños y débiles que no podrían ser donados.
Sin embargo, ellos simultáneamente se sorprendieron con la aparente fortaleza de Ava-Joy.
A pesar de su condición y su expectativa de vida tan corta, ella logró sobrevivir 96 minutos exactos. Durante ese tiempo sus padres pudieron guardar imágenes que estarán para siempre en sus mentes y en sus corazones, la pequeña lloró e incluso se aferró al dedo de su madre.
“Fue un momento maravilloso y algo que nunca nos podrán quitar la amamos durante cada minuto que se mantuvo vivo”, dijo Hayley.
Hayley y Scott, de 30 años, finalmente despidieron a su bebé junto a sus hermanitos, aunque ellos sabían el desenlace, nadie está preparado para la pérdida de un hijo. Ella ahora espera donar uno de sus riñones en homenaje a su pequeña Ava-Joy, a pesar de todo el sufrimiento Hayley aseguró que tomará lo positivo dentro de esta experiencia agonizante. Una mujer con una fortaleza increíble en definitiva.
No olvides compartir la historia de Ava-Joy como apoyo a sus padres y en honor a cada niño que muere al nacer.