Jack Dunn de 17 años de edad quien se encontraba en forma y saludable murió 24 horas después de ser tratado con laxantes. El joven fue al doctor a causa de un intenso dolor de estómago que incluso le impedía caminar bien, lo examinaron y los médicos llegaron a la conclusión de que se trataba de un simple estreñimiento por lo que le recetaron unos laxantes y lo mandaron a casa.
Le dijeron que se pondría mejor después de una buena noche de sueño, un día después su padre, Keiron, encontró su cuerpo sin vida en su casa en Rhondda, South Wales.
“Esa noche y al día siguiente mi esposa Claire y yo estuvimos pendiente de él. Pero cuando fui y revisé ya entrada la noche siguiente, él no estaba respirando y cuando lo toqué, estaba helado. Traté de hacerle RCP para salvarlo, pero ya era demasiado tarde. Encontrar a mi hijo muerto en su cama fue el peor momento de mi vida. Creo que Jack estaría vivo hoy si se hubieran llevado a cabo algunas simples pruebas más”.
La autopsia reveló que el joven falleció de cetoacidosis, una enfermedad que usualmente afecta a personas diabéticas y genera una anormal acumulación de cuerpos cetónicos en la sangre.
“Lo llevamos al hospital y confiamos completamente en los médicos al decirnos qué le pasaba. Apenas podía caminar, sentía tanto dolor. Le hicieron una gammagrafía vesical, pero en realidad no mostró nada”.
El señor Dunn afirma que de haberle sido suministrada una solución salina de glucosa y sal, su hijo aún seguiría con vida.
“El doctor dijo que estaba desconcertado y que creía que Jack no padecía más que un mal estreñimiento. Cuando a Jack le resultaba difícil respirar, el médico pensó que probablemente era ansiedad producida por estar en el hospital”.
Si le hubieran hecho exámenes para detectar cetonas, probablemente estaría vivo hoy. La gente necesita saber que la cetoacidosis es una condición mortal”, agregó el afligido padre.
Los profesionales encargados de nuestra salud tienen el compromiso de brindar un estándar óptimo de atención que asegure el bienestar de los pacientes. Lamentablemente esto no siempre es una realidad y la negligencia de los médicos puede causar complicaciones aún más graves de salud e incluso la muerte.
Al no detectar a tiempo una enfermedad o al tratarla de forma errada los resultados pueden ser mortales, así como sucedió con Jack.
Sus padres esperan que su trágica historia ayuda a crear consciencia.