Cullen Potter es un bebé que logró demostrarle al mundo entero que nunca debemos rendirnos. El pequeño nació con tan solo veintidós semanas de gestación. Los médicos aseguraron a los padres que sería muy difícil que el bebé lograra sobrevivir, y que no valía la pena intentarlo.
Sus amorosos padres no estaban dispuestos a rendirse, y meses más tarde Cullen logró sorprenderlos a todos.
Según los especialistas Cullen solo tenía un 2% de posibilidades de salvarse.
Desde el primer mes se supo que el embarazo de Molli era de alto riesgo por lo que debía permanecer en reposo y recibir todos los cuidados posibles para evitar que el nuevo bebé que venía en camino sufriera ningún daño.
Antes de concebir a Cullen, Robert y Molli habían tenido que enfrentar dos pérdidas.
Las complicaciones comenzaron y Molli fue internada durante tres semanas en el hospital de Pensacola. Fue así como el pequeño Cullen nació mucho antes de tiempo, nació con tan solo 22 semanas, haciendo que sus probabilidades de sobrevivir fueran extremadamente bajas. Los médicos les aseguraron que no había nada que se pudiese hacer por él, pero Robert decidió llamar a todos los hospitales tratando de buscar ayuda.
“Todos los hospitales decían que trasladar a Cullen no tenía sentido. Tratar de salvarlo era inútil”.
Después de contactar más de 15 hospitales que les respondieron con negativas, logró contactar con USA’s Women’s and Children’s en Mobile, Alabama. Lo trasladaron allí, parecía que era el único lugar donde estaban dispuestos a darle a Cullen la oportunidad que necesitaba para luchar por su vida.
“Ellos creen en estos pequeños bebÉs. Rezo para que más médicos y hospitales vean historias como la de mi hijo y reconsideren sus políticas”.
Cullen fue internado en la Unidad de Cuidados Intensivos y allí recibió completa atención de un enorme equipo médico que estaba dispuesto a luchar junto a él por su vida. Al cabo de unos meses el pequeño estaba completamente saludable y listo para ir a su casa.
Cullen estuvo internado en el hospital por ciento sesenta días continuos.
En contra de todos los pronósticos logró mejorarse y su familia no cabe de alegría. Ahora podían llevarse a su pequeño a casa con ellos, pero antes debían hacer una emotiva celebración junto al equipo médico que tanto los ayudó.
Los médicos aseguraron que si lograba sobrevivir tendría muchas discapacidades pero ahora está completamente sano.
Un video que se volvió viral en las redes muestra el tierno momento en que la enfermera Jewel Barbour lo carga y camina con él por un pasillo de hospital.
El pequeño lleva consigo una toga y un birrete, ya que se encuentran celebrando su graduación de cuidados intensivos. La ceremonia fue acompañada con música solemne y las risas de familiares y médicos que no hacían más que celebrar la enorme fuerza de Cullen.
La toga y el birrete de Cullen fueron tomados de un osito de peluche.
Este pequeño logró desafiar las estadísticas y gracias al amor de sus padres pudo sobrevivir. Ahora podrá crecer como un niño sano y feliz.
Te invitamos a compartir este emotivo video para celebrar la enorme lucha de Cullen.