Enzo Cestari, de 1 año, nació con una marca oscura que le cubre la mayor parte de la frente y se extiende por un lado de la nariz, una afección conocida como Nevus Melanocítico Congénito.
Su madre, Carolina Giraldelli, de 26 años, oriunda de Cáceres, Brasil, juró nunca ocultarlo, y asegurarse de que él sabría que era totalmente perfecto tal como es.
Sin embargo, como madre, siempre quieres lo mejor para tus hijos. Y en un intento por hacerle al pequeño su condición lo más llevadera posible, le pidió a un maquillador profesional que replicara la marca de nacimiento de su hijo en su propia cara para celebrar su singularidad, e incluso se puso el maquillaje para ir a trabajar.
A Carolina no le importó pasar el día entero con el maquillaje en su rostro para poder ponerse en los zapatos de su hijo y entender los prejuicios a los que se podría enfrentar en el futuro.
«Confieso que durante un tiempo fue muy difícil ver y sentir los ojos de la sociedad que miraban a mi hijo con ojos de lástima, desprecio, miedo y a veces disgusto. Pero a pesar de que no es fácil, mi esposo y yo actuamos normalmente y siempre lo mostraremos al mundo tal como es», dijo la valiente madre.
Carolina dijo sentirse verdaderamente bella cuando le terminaron el maquillaje. Era como sentir que llevaba consigo una pequeña parte de su hijo Enzo.
«Amo tanto su marca de nacimiento… Tanto, que quería, al menos por un momento, tener esa marca en mí también», continuó.
La madre dijo que quería que el pequeño no dudara ni por un momento cuánto lo amaba. Y por esa razón decidió hacerlo en torno a la celebración del Día de la Madre, como un homenaje al mayor regalo que le había dado Dios, su hijo.
«Cuando llegué a casa, la reacción de Enzo fue de completa alegría, aunque él no lo entendía del todo».
Carolina relató que se tomaron muchas fotos aquel día, que después las publicó en sus redes sociales y se fue a trabajar así, orgullosamente con su maquillaje encima.
Rápidamente las imágenes de Carolina y el pequeño Enzo se plagaron por toda la red y cientos de comentarios en línea, felicitándola y apoyándola, la llenaron por completo.
«Las palabras de consuelo, aliento y los maravillosos comentarios fueron tantos que mis emociones se apoderaron de mi».
«Creo que innumerables madres tuvieron estos mismos sentimientos cuando vieron las fotos con mi hijo».
Sin embargo, cuando salió a trabajar con la cara pintada, dijo que muchas miradas cayeron sobre su rostro, pero que a ella no le importó porque realmente se sentía la mujer más bella del mundo.
Dijo además que lo dejó hasta la noche, y que lo que sintió ese día jamás lo olvidará y quedará grabado a fuego en su corazón.
El pequeño nació en mayo de 2017 a través de una cesárea después de que un escáner reveló que su cordón umbilical estaba doblemente enrollado alrededor de su cuello.
Ella relata que cuando sacaron a Enzo, la cara de asombro de los médicos la alertó de que algo no marchaba bien. Cuando lo vio con la marca, pero llorando y sano, entonces no le dio importancia.
«Decidí que a partir de entonces debería convertirme en otra persona mucho más fuerte, intrépida, valiente y dispuesta a enfrentar todos los obstáculos que ahora se le presentarían a mi hijo», dijo Carolina.
Cuando tenía solo cinco días, Enzo tuvo que ser intervenido para verificar que la marca de nacimiento fuera inofensiva.
Afortundadamente, pudieron comprobar que en el caso del pequeño era nada más, por decirlo así, que pintura sobre la cara.
El pequeño Enzo crecerá con ese maravilloso recuerdo del gran acto de amor que hizo su madre por él, pero lo más importante es que crecerá sabiendo que él es perfecto así, con una marca especial sellada por el amor de una madre.
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