En la vida no hay peor obstáculo que uno mismo, es por eso que cuando por poco que miremos a nuestro alrededor y nos encontremos con personas que con mucho menos de lo que tenemos consiguen verdaderas proezas, sabemos que no tenemos excusa para no perseguir nuestros sueños.
Y unas recientes imágenes divulgadas por la ONG Syria Charity, son la fiel muestra de ello. Se trata de una pequeña con piernas protésicas improvisadas hechas de latas de sardinas, en un campamento de desplazados en la provincia siria de Idlib.
Maya Ali Merhi, de 8 años de edad, vino al mundo sin piernas debido a una afección llamada amputación congénita, la misma que padece su padre Mohammed.
Incapaz de pagar prótesis reales, el padre de Maya no se iba a dar por vencido y permitir que su pequeña termine postrada en una cama. Así que como cuando hay amor e ingenio todo se puede, decidió usar un par de latas llenas de algodón y trozos de tela para su hija.
Maya y su padre Mohammed huyeron de Aleppo y ahora están en un campo de refugiados en Idlib
Su padre se ha encargado de sembrar en la pequeña Maya la ilusión por vivir y seguir luchando a pesar de todas las adversidades. Su historia llegó a oídos de la ONG y a partir de ahí las desgarradoras escenas le dieron la vuelta al mundo, emocionando a millones.
Mohammed explicó cómo fue que tuvo la ingeniosa idea de fabricar esas peculiares prótesis que le devolvieron la esperanza a su hija:
«Monté un poco de plástico en dos latas de sardinas con las que ella puede ir a la escuela. Mi corazón sufre cuando la veo arrastrándose frente a sus amigos, mientras juegan y corren».
Aunque reconoció que no deja de ser duro ver así a su hija, «es mejor que nada».
Las fotos de Maya caminando alrededor del campamento polvoriento son desgarradoras, pero está claro que las prótesis caseras han mejorado su vida dramáticamente.
Maya y su familia llegó al campo de refugiados después de escapar de los fuertes y violentos combates y bombardeos, en manos de los rebeldes.
El padre dice que al menos puede encontrar consuelo en el hecho de que su familia puede vivir una vida tranquila en el campamento, pero sueña que él y su hija podrán volver a caminarn algún día.
Según Syria Appeal, 13 millones de personas en toda Siria necesitan urgentemente ayuda humanitaria, incluidos más de cinco millones de niños.
Por ahora, que la situación mejore es complicado, ya que la ayuda humanitaria en Siria es escasa. Tres millones de personas viven en zonas sin acceso a ellas y el número total de sirios desplazados ha aumentado a 11,5 millones.
Es verdaderamente triste que esta pequeña además de todo lo que le ha supuesto afrontar una discapacidad, se le haya sumado la tragedia de la guerra. Esperamos que gracias a que este video llegue a todos los rincones, otros organismos se unan a la causa para ayudar a Maya, puedes hacer una donación aquí.
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