A veces el destino nos da sorpresas completamente inesperadas, algunas se convierten en anécdotas memorables de las que nos reímos cada vez que las recordamos.
Cuando jugamos con niños pequeños solemos disfrutar a plenitud y revivir nuestra infancia incluso actuando como ellos, pero eso implica ciertos riesgos. Cuando no tenemos la estatura, la flexibilidad y el peso de un niño deberíamos limitar algunas actividades.
Megan Kenway-Head es una joven madre de 23 años que se quiso columpiar en un parque infantil sin imaginar que quedaría atrapada en el asiento y terminaría siendo rescatada por los bomberos.
Su compañero de 24 años, Jordan Sanders, capturó el divertido episodio de la llegada de los bomberos acercándose desde la distancia. Por lo absurdo de la situación, se ríe y bromea.
La madre de dos hijos a tiempo completo, dijo que ella y su familia estaban disfrutando de un día festivo el fin de semana y decidieron llevar a los niños al parque.
«Cuando llegamos, los niños no estaban realmente interesados en estar allí, así que decidí animarlos y me metí en un columpio. Lo encontraron entretenido y se sentaron en los que estaban a mi lado y todos comenzamos a balancearnos”.
Admite que no era la primera vez que lo hacía. No obstante, esta le resultó imposible bajarse.
“Cuando fui a salir me di cuenta de que estaba atascado. Los niños comenzaron a reír «, dice.
Según contaron, el socio de Jordan, de 24 años, que trabaja en marketing, intentó sacar a Megan e incluso llamó a un extraño que se encontraban en el lugar para que lo ayudara. Intentaron sacarla incluso poniendo a la joven patas arriba, pero fue en vano.
Finalmente no quedó otra opción que llamar a los bomberos.
El Servicio de Bomberos y Rescate de Hampshire dijo: «Nos llamaron para liberar a una mujer de 23 años del columpio de un niño».
Megan permaneció más de una hora atascada en el columpio, hasta la llegada de los bomberos que tampoco lograron mantenerse indiferentes cuando aparecieron y vieron a la “rehén”, que con la cara colorada tuvo que ser rescatada por dos bomberos.
«Mientras estaban trabajando en cómo liberarme, uno de ellos bromeó con el hecho de que sería necesario amputarle una de las piernas para salvarla. Estaba mortificado pero contento de ver el lado divertido de eso”.
Colocaron un puesto de pie como base debajo de los pies de Megan para que pudiera pararse, “Así pude liberar mi trasero del asiento. Estoy muy agradecida con el servicio de bomberos por rescatarme”.
Libre al fin, salió ilesa, solo con algunos moretones en las piernas, con la firme convicción de que no volverá a repetir algo parecido en el futuro.
Comparte, por allí hay muchas madres que como Megan no tienen reparo en usar los juegos del parque infantil.