La historia de Yalik Peña conmovió muchos corazones, el joven venezolano de 19 años luchaba contra una dura enfermedad, epidermólisis bullosa, conocida como “piel de mariposa” que causaba heridas en casi el 70% de su cuerpo y un retraso importante en su crecimiento, su apariencia era la de un niño de 8 años.
El joven vivía en el estado Mérida, Venezuela, donde además luchaba junto a su madre Soraya Quintaba, quien trabaja limpiando algunas oficinas, y su padre, José Guillermo Peña, que laboraba como vigilante de un centro de salud contra la crisis humanitaria que se vive en ese país.
Gracias a que Yalik tenía la nacionalidad colombiana pudo contar en el apoyo de una fundación ubicada en Bogotá, Fundación Debra, que le permitía trasladarse al país para someterse a tratamientos médicos.
Su presencia en Colombia coincidió con la visita del Papa Francisco que se encontró con Yalik y pudo entregarle una bandera de Venezuela y una carta en la que pidió por su salud, por la de su familia y porque en su país se pudieran conseguir, las medicinas, los alimentos y también expresó su deseo de tener una nación libre. Describió el encuentro con el máximo pontífice como una experiencia muy agradable, aseguró que él era una persona que transmitía mucha paz.
El joven estaba a punto de graduarse y su sueño era estudiar Administración de Empresas.
El pasado sábado, el joven falleció en el Hospital Universitario de Los Andes tras sufrir un paro intestinal.
La organización se creó en 1972 en honor a una niña llamada Debra Hilton, que falleció por esa enfermedad en el Reino Unido, está presente en Austria, España, Chile, Estados Unidos y Colombia donde atienden a más de 50 niños colombianos de otros países cercanos.
Ofrecen gasas especiales para las heridas y cremas cicatrizantes, así como orientación en el área de nutrición y asistencia psicológica para los pacientes y familiares.
Para el recibimiento oficial del Papa, la primera dama, María Clemencia de Santos, reservó un lugar especial para niños atendidos por fundaciones y centros de salud así que la Fundación Debra invitó a Yalik a asistir a la cita donde vería muy de cerca al Papa Francisco.
Soraya, madre de Yalik comentó que cuando tenía 15 años se enfrentó a una grave depresión por la muerte de su madre y desarrolló epidermólisis bullosa.
“La piel se me despegaba y quedaba en carne vive. Me atendieron en Bogotá, viví con la afección durante cinco años y ahora ya me he recuperado. Tuve tres hijos y todos nacieron con la enfermedad, en Venezuela no recibí ninguna ayuda porque la condición es muy poco conocida.
Su hija de tres años y medio se murió, por un diagnóstico de cirrosis hepática, cuatro años después, su hijo de once años también falleció por una miocardiopatía dilatada.
La pérdida de sangre que hacía bajar el nivel de hemoglobina afectando el corazón de sus hijos fue la causa del agravamiento de su estado de salud.
Y ahora perdió a Yalik, es desgarradora su historia, el joven se vio afectado por la desnutrición, las condiciones económicas de sus padres y la crisis que afecta Venezuela con hiperinflación y desabastecimiento les impedía darle una alimentación balanceada ni los suplementos vitamínicos que necesitaba.
Lamentablemente no logró sobrevivir tras muchos años de lucha, y su rostro se convirtió en el símbolo de la crisis humanitaria de Venezuela. Comparte su estremecedora historia.