Esta familia de Kansas nunca se imaginó que se enfrentarían a una deuda de 132.000 dólares después de que su hijo rompiera una escultura en un centro comunitario de la ciudad. El pequeño quiso «abrazar» la obra de arte sin imaginar lo que pasaría después.
Los niños necesitan mayor supervisión cuando son pequeños, implica no solo un esfuerzo mental sino físico el hecho de no quitarles la vista de encima y estar atento a cualquier movimiento para evitar situaciones de riesgo mientras aprenden a desenvolverse en diferentes entornos. Un instante de distracción puede salir muy caro y ponerlos en peligro.
El incidente, ocurrió durante una recepción de bodas en el Centro Comunitario Tomahawk Ridge, en Overland Park, Estados Unidos, lugar en el que estaba expuesta la obra de arte llamada Aphrodite di Kansas City, que quiso tomar un pequeño de cinco años, pero terminó derribándola por un descuido de sus padres.
El caso ha generado una gran polémica porque mientras reclaman el pago a los padres, algunos alegan que ellos no son completamente responsables del incidente.
Días después del episodio, la familia recibió una carta de la compañía aseguradora notificándole debían pagar el monto de 132 mil dólares, correspondientes al cobro del precio total de la pieza, ya que debido al daño repararla era imposible.
«Ustedes son responsables de la supervisión del niño; su falta podría considerarse negligencia», decía parte de la nota.
Esta cifra se estableció de acuerdo a lo que sostuvo Bill Lyons, artista creador de la escultura, quien confirmó a una cadena de noticias que, a pesar de sus esfuerzos, no pudo repararla. Reató que le tomó dos años de trabajo terminarla y que la había vendido por esa suma.
Sarah Goodman, madre del niño, aseguró que estaba sorprendida por el recibo y, sobre todo, ofendida de que la llamaran «negligente», indicando que están manejando la situación «como si se tratara de un crimen» y que no tenían dinero para pagar por eso.
Aunque la madre argumenta que no fue negligente y sus hijos fueron bien supervisados, una cámara de seguridad mostró todo lo contrario, capturó a su hijo de 5 años abrazando una escultura en exhibición antes de que se volcara sobre él. Luchó un poco por detenerla, pero le fue imposible, pues finalmente cayó al suelo.
En el vídeo compartido en YouTube se puede ver cómo el niño jugaba con otro pequeño ante la mirada de su madre. Después de que la madre escucha el ruido causado por el impacto de la escultura contra el suelo corre hacia su hijo.
La madre sostuvo que nadie espera entrar a un lugar donde los niños son bienvenidos, y tener que preocuparse por una obra de arte de 132 mil dólares que puede incluso hacerle daño a un menor cayendo sobre él.
Los padres también se defendieron diciendo que la escultura no tenía un letrero de ‘no tocar’, estaba en el salón principal y no en una habitación separada, ni siquiera estaba asegurada al estante.
La ciudad considera que el incidente es una situación desafortunada, pero los funcionarios insisten en que la obra de arte no debería haber sido tocada. Indicaron que anteriormente han tenido otras piezas de valor en el salón principal y nunca habían tenido problemas.
«Existe la responsabilidad social de no interactuar con ella si no está diseñada PARA ello», dijo el director de comunicaciones de Overland Park, Sean Reilly.
Según los medios de comunicación, la obra estaba asegurada y es, precisamente, la compañía quien hace el reclamo correspondiente ante la evidente negligencia de los padres (específicamente la madre en este caso) por descuidar al niño.
El centro, al exhibir una obra costosa sin ningún tipo de precaución, tendría que haber tomado algunas medidas de seguridad para prevenir accidentes.
Lo más importante es que el niño salió ileso y todos aprendieron una importante lección. ¡Compártelo!