Para un padre sus bebés son lo más importante, por lo que cualquier cosa que ponga su vida y salud en riesgo es preocupante, perder a un hijo debe ser una de las cosas más terribles que existen y más si se trata de un niño pequeño.
Una pareja de recién casados de Nashville, Tennessee, se encontraban muy felices de traer al mundo a su bebé, pero lo que no esperaban era perderlo tan rápido. Al visitar al médico para un chequeo rutinario durante las 20 semanas de embarazo se descubrió en el ultrasonido que algo afectaba la salud del bebé.
Algo ponía en peligro su salud y crecimiento por lo que apenas nació tuvo que ser ingresado a cuidados especiales para que se le atendiera, el bebé fue llamado Dewey y, durante una operación de rutina para colocarle un tubo de alimentación, Dewey falleció, dejando a sus padres devastados.
Los desconsolados padres tuvieron que despedirse muy rápido de su pequeñita; sin embargo, la vida les tenía preparada una sorpresa la cual se encontraba muy cerca de ellos, en la siguiente planta del hospital.
Una enfermera del hospital se dirigió a Katie y Josh tras recordar que la pareja había mostrado interés en adoptar un bebé, ella fue quien les hablo de Brax, este pequeño bebé se encontraba hospitalizado en el quinto piso del mismo hospital donde perdieron a su Dewey, esto debía ser una señal.
Desafortunadamente, el pequeño tenía hipertensión pulmonar, insuficiencia respiratoria crónica y traqueo malacia, durante sus 11 meses de vida no había salido del hospital pues estaba conectado a un ventilador que lo ayudaba a respirar.
Los padres biológicos de Brax lo abandonaron al percatarse que no podían cuidar de él; sin embargo, los médicos creían que conforme fuera creciendo su condición mejoraría y para esto necesitaban a Katie y Josh.
El momento del encuentro de estos tres fue épico, la joven pareja se enamoró del bebé apenas lo vieron, ellos sabían que con su amor el pequeño Brax mejoraría,la pareja lo llevó con ellos a casa y esto en definitiva era lo que faltaba, con su estadía en su nuevo hogar la salud del bebé empezó a mejorar.
En septiembre del pasado 2017 Katie y Josh adoptaron legalmente al pequeño Brax volviéndolo miembro oficial de su amorosa familia. La familia sigue triste por la pérdida de su bebé, se consuelan pensando que no sufrió a causa de su enfermedad y les regaló la oportunidad de acoger a un nuevo hijo que tanto los necesitaba.
Gracias al amor familiar la salud de Brax ha mejorado notablemente y cada día se recupera más. A veces, a pesar de la adversidad, podemos ayudar a otros y hacer de eso nuestra felicidad.
Vale la pena compartir esta inspiradora historia que nos enseña cómo hacer frente a las experiencias dolorosas que sufrimos con el corazón dispuesto a ayudar.