Cuando un perrito se acercó con pasos de dolor y temeroso hacia los rescatistas, ellos quedaron con el corazón destrozado.
No podían concebir que haya dueños tan desalmados y negligentes que arrinconen a la soledad, al desamparo, a la enfermedad y al sufrimiento, a estas inocentes criaturas que un día formaron parte de su hogar y les dieron tantos años de fidelidad.
Con pasos de dolor, el perrito tembloroso sólo suplicaba que lo sacaran de esa miserable vida
¡Todavía no podemos entender por qué los dueños siguen dejando a sus animales a su suerte!
Es realmente insólito y perverso. Más ahora cuando abundan los refugios y protectoras, quienes están felices de recibir perritos y ofrecerles una mano cuando el amor de su familia se acaba. Y hasta pueden cambiar su destino, consiguiéndoles un hogar verdadero donde sean amados como se merecen.
Es más inconcebible todavía porque las mascotas nunca dan motivo alguno para ser abandonadas. Ellas son bondadosas, fieles, cariñosas y sólo saben de amor incondicional.
Es por eso que la historia de este perrito llamado Leonard, parte el alma a cualquiera
El pobre peludito había sido una víctima más de unos dueños irresponsables, ingratos y crueles, que tras cansarse de él, sin más lo tiraron al basura. Como si de una chatarra vieja se tratara ahí lo dejaron, sabiendo que en el algún momento le llegaría la muerte.
Sus piernas estaban tan inflamadas que le resultó muy duro soportar el dolor, así que como pudo se arrastró cuando vio a sus posibles salvadores.
Era su única oportunidad de ser salvado, así que en un último gesto desesperado por ayuda, les suplicó con la mirada algo de atención y amor. Definitivamente, rogaba algo que le ayudara a calmar su dolor, y en última instancia, un ángel que lo ayudara a tener una mejor vida.
El perrito, además sufría de una sarna severa y estaba cubierto de pulgas. Los rescatistas lo encontraron en un estado muy lamentable. Además, tenía una carita tan dulce que realmente causaba mucha indignación que lo hubieran tratado así. Al mismo tiempo, ellos le prometieron que harían todo para salvarlo.
Cuando escuchó que los rescatistas se acercaban, supo que podrían ayudarlo.
Finalmente, se acercaron para ofrecerle la ayuda urgente que necesitaba, y se lo llevaron a un centro de rescate. Allí, recibió varios baños curativos para tratar su sarna, comida balanceada para compensarlo porque estaba muy desnutrido, y una gran dosis de amor y caricias.
Conforme pasaron los días, Leonard comenzó a mejorar drásticamente. El pequeño, de inmediato se dio cuenta de la nueva vida que estaba empezando a vivir, por lo que no podía sentirse más que agradecido.
Cuando se dio cuenta de que había encontrado por fin el amor, que estaba a salvo, y que no tendría que luchar por su vida en medio de la basura y los desperdicios, él volvió a confiar en los humanos.
A pesar de todo lo que había sufrido en el pasado, parecía haberlo perdonado todo. Se desvivía en besos y lametazos hacia sus héroes que sabía, lo habían sacado de ese mugriento basurero que nunca podrá olvidar.
Los veterinarios decidieron abrigarlo con pequeños suéteres para combatir la época de frío. Y también para que sintiera que todo eso lo hacían porque lo amaban con todas sus fuerzas.
Afortunadamente, finalmente Leonard estaba listo para su viaje a un hogar amoroso. Y fue adoptado por una amable mujer que lo vio en el refugio y se volvió loca por él de inmediato. ¡Y cómo no! Si ahora era una auténtica criatura de luz, cariñosa, agradecida, y leal. Vamos… La misma que siempre fue, sólo que ahora se sentía amada de verdad.
¡Nos encantan los finales felices! Ojalá que esta historia llegue hasta sus dueños antiguos, para que vean que su maldad no sirvió de nada. Leonard, te deseamos lo mejor en tu nuevo hogar.