Tristemente, a diario nos enteramos de casos de abandono animal, unos más crueles que otros, como el de una perrita anciana y ciega dejada en un cementerio. Y no podemos entender cómo la gente es capaz de tener una piedra como corazón para atreverse a tanto.
Pero afortunadamente, ángeles como los de Hope For Paws, no se miden en esfuerzos por salvar a toda criatura necesitada y darles la segunda oportunidad que merecen para ser felices.
Como la llamada que recibieron el mes pasado a altas horas de la noche, alertándoles de una perrita muy mayor abandonada a su suerte, nada menos que en un frío y solitario cementerio.
¿Quién le podría hacer eso a una perrita anciana tan vulnerable sabiendo que le quedarían muy pocas esperanzas para sobrevivir?
Cuando los rescatistas llegaron al cementerio, evidentemente estaba cerrado. Pero no podían esperar al día siguiente. Esa pobre perrita necesitaba ayuda con urgencia. Valiéndose de una cuerda, se atrevieron a colarse dentro de las instalaciones atravesando la cerca metálica y el muro. Fue súper valiente de su parte, porque no sabían lo que encontrarían.
Una de las rescatistas llamada Loreta, a pesar de su profundo miedo a las alturas, hizo algo extraordinario venciendo sus temores, para finalmente cruzar y llegar hasta el perro.
La perrita luchaba por esconderse de los muchos coyotes que rodeaban el área.
Los rescatistas se acercaron a la perrita con precaución, pero de pronto se dieron cuenta de algo muy triste: no podía encontrar dónde estaba la comida aunque se la pusieran muy cerca.
Era evidente que estaba cieguita, además de muy frágil, y muy, muy asustada.
Utilizando una correa y una trampa, finalmente pudieron atrapar a la perrita para llevársela con ellos, y la llamaron Cashmere.
Después de alimentarla, un nuevo reto se sumó al equipo de rescate, y era cómo treparía de nuevo la temerosa Loreta, ahora con la perrita, al otro lado de la valla.
Tras varios intentos, ligeramente cómicos, lo consiguieron y llevaron a la peludita a CARES, el hospital de animales que los ayuda con las criaturas que rescatan.
Afortunadamente, cuando el veterinario revisó a Cashmere, confirmó que aunque de manera muy confusa, ella todavía era capaz de ver.
Cashmere tenía 15 años de edad cuando fue abandonada en un cementerio
Ellos dedujeron que la perrita mayor fue abandonada porque los dueños fallecieron o porque ya no podían mantenerla. Este es un caso que ocurre con más frecuencia de lo que quisiéramos. Según las investigaciones, cerca del 70% de los adultos en los EE. UU., no tienen un testamento y, como resultado, muchos animales terminan en situaciones terribles.
Es entonces cuando Hope for Paws actúa para ofrecer ayuda a la gente con los testamentos que incluye el cuidado de las mascotas una vez que el dueño ha fallecido. ¡Qué grandiosa labor!
Cashmere recibió agradecida todos los mimos, caricias y cuidados, incluido el baño más reparador que no había tenido en mucho tiempo.
Luego fue llevada al Lionel’s Legacy Senior Dog Rescue, donde se ofrecieron a acogerla mientras esperaban a que alguien la adoptara.
Después de varios días, Cashmere pudo adaptarse y ¡todos la aman!
Los perritos rescatados, aunque con suerte pueden acabar en un lugar mejor, no merecen jamás estar deambulando indefensos.
Especialmente los peluditos tan ancianos y casi ciegos, que fueron los más fieles y lo dieron todo a su familia, como Cashmere.
Puede que no tengan una larga vida por delante, pero merecen que alguien los ame hasta el final de sus días.
Mira el conmovedor rescate de Cashmere a continuación:
Este es solo un caso de tantos perros que se quedan solos, abandonados a su suerte, con un destino muy incierto. Depende de nosotros, como dueños de perros responsables, si está en nuestras manos que pasen sus años dorados repletos de amor. ¿Acaso nos gustaría que de ancianos a nosotros la familia nos arrinconase como un desecho?