Conmocionada por el trauma de sus múltiples heridas, una perrita quiso esconderse al fondo de una cuneta. Era como si quisiera ocultar todo aquello que le estaba produciendo tanto dolor, y a la vez, el rechazo de todos.
Definitivamente, una cuneta no es un lugar para un perro. Y mucho menos lo era para la pobre peludita, que necesitaba ayuda con urgencia.
La perrita herida y asustada se escondió en una cuneta hasta que sus salvadores vinieron a ayudarla
Cuando un vecino se pudo dar cuenta de la condición crítica de la cachorrita, supo que tenía que hacer algo al respecto. Caso contrario, simplemente moriría.
Los hechos tuvieron lugar en las calles de India, el animalito estaba realmente muy lesionado, pero no se rindió. Y aunque solita y lejos de la vista de todos, rogaba que un ángel apareciera cuanto antes.
Dentro de un canal de aguas residuales profundo, casi no tenía mucho espacio para moverse, y mucho menos para trepar, especialmente por su fragilidad y debilidad. Pero lo peor de todo es que la alcantarilla apestaba tanto y las aguas que fluían eran tan pestilentes, que solo se veía un color negro desagradable.
Ella se quedó ahí abajo, temblando y congelada en su lugar.
Nadie sabía cómo llegó allí, ni de dónde era. Todo lo que sabían era que necesitaba ayuda. Los lugareños llamaron al reconocido grupo de rescate animal, Animal Aid Unlimited, quienes se dedican a salvar a los perros callejeros de Udaipur, y cuya especialidad son los casos imposibles. Las transformaciones que operan en los perritos son verdaderos milagros de amor.
Para aliviar a la perrita asustada, uno de los voluntarios se acercó a acariciarla. Solo por su postura y expresión, supieron que estaba bajo mucho estrés.
La sacaron con cuidado de la cuneta, y pronto descubrieron que tenía múltiples heridas punzantes y estaba completamente flácida. Si hubiera permanecido allí más tiempo, podría haber muerto.
La perrita, a la que bautizaron como Chickpea, estaba tan débil que no se resistió cuando se la llevaron.
Una vez que llegó a la clínica de la organización, tuvieron que tratarla con líquidos por vía intravenosa. Chickpea estaba entrando en un estado de shock, su respiración se agitaba y empeoraba más y más.
A la mañana siguiente, parecía que había pasado lo peor, pero seguía colapsada. Poco a poco, su brillo estaba regresando y sus rescatistas pudieron vislumbrar su primer movimiento de cola.
Afortunadamente, aunque sus heridas punzantes eran notorias, no tenía fracturas, lo cual ayudaría notablemente en su recuperación definitiva.
Durante toda su convalecencia, no le faltó el amor y la dedicación de sus héroes, quienes la acariciaban, la bañaban, le decían que «todo estaría bien», e incluso la alimentaban con biberón.
Ella, aunque debilitada, respondía a cada derroche de amor, con más amor. Parecía difícil de creer que después de tanto sufrimiento, ella tuviera todavía tanto que brindar. ¡Así es el corazón de los perros!
Y de un momento a otro, el milagro llegó
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Chickpea no sólo que se puso de pie, sino que ahora correteaba por todo el refugio, feliz de haber sido rescatada.
La encontraron herida, asustada y débil. Pero ahora, ha llegado a amar los abrazos. Incluso juega y lucha con otros perros.
Es una cachorrita dichosa, que se acuesta de espaldas solo para que le froten el vientre. Y siempre siente curiosidad por lo que este mundo tiene para ofrecer.
Mira cómo estos héroes increíbles salvaron a la pobre cachorrita que se escondía en la cuneta:
Todos quienes han visto el video no paran de comentar:
«El tratamiento más importante parece ser el AMOR. ¡¡¡Magia!!!», «Se puede ver cómo absorbe todo el amor de sus héroes, ¡necesitaba tantas caricias!», «Siempre que veo un rescate de Animal Aid, sé que lloraré».
Esto demuestra que un poco de amabilidad hace mucho. Todavía hay gente de buen corazón en este mundo. Si crees que estos héroes necesitan apoyo para seguir obrando estas maravillas, considera hacer una donación aquí.