Taka es un perro Shiba Inu, con una historia de lucha lo más desgarradora tras una dura pesadilla en el fuego, pero ahora es todo un ejemplo de superación.
Su durísimo pasado lo ha convertido en un animalito sensible y empático con el dolor, al punto que lo que hace ahora para brindar alivio y consuelo a la víctimas de quemaduras, es realmente conmovedor.
Taka sufrió una horrible pesadilla entre las llamas cuando la casa donde vivía se incendió en 2018
Toda la vivienda de la familia de Taka quedó consumida por el fuego. Y ellos, en un afán desesperado por salvarse, huyeron sin alcanzar a llevarse al perro que había sido el más fiel.
Las condiciones en las que quedó su hogar fueron tan devastadoras que dieron al animalito por muerto; sin embargo, logró escapar por sí solo y finalmente fue hallado por unos rescatistas en condiciones sumamente delicadas y con quemaduras en todo su cuerpo.
El fuego desfiguró el rostro de Taka y le provocó la pérdida de la vista, mientras él disfrutaba de una siesta. Pero para el perrito lo más duro de sobrellevar fue sin duda no saber más de su familia.
En ese deprimente estado llegó al Care More Animal Hospital, en Martínez, Georgia. Allí, una mujer llamada Crystal Lesley se enamoró perdidamente de Taka y decidió que haría todo lo humanamente posible para conseguir no sólo sanar sus quemaduras, sino sobre todo sus problemas del corazón.
El gran inconveniente con Taka no eran tanto sus lesiones, sino su carácter. Se trataba de un perrito de 9 años, que no se llevaba bien con otros animales. Y aunque Crystal lo amaba con todo su corazón, tenía que hacer algo al respecto si quería llevárselo a casa.
Fue entonces cuando Crystal consideró la posibilidad de entrenar a Taka. Pero lo que inició como un simple entrenamiento para ayudarlo a superar su carácter, terminó por convertirlo en un perro de terapia para brindar consuelo a otras víctimas como él.
Todos los voluntarios en CareMore trabajaron muy duro para la recuperación de Taka, y salvarle la vida. Pero lo que les tenía abrumados a todos es que no podría volver con su familia. Resulta que se contactaron con sus dueños para informarles no sólo que estaba vivo, sino que los echaba de menos y que necesitaría muchos cuidados.
Pero simplemente dijeron que «era demasiado para ellos» y que en ese lugar lo cuidarían mejor. Y aunque duro y cruel, no se equivocaban.
Fue así como Taka tuvo que seguir con su recuperación por su cuenta, asumiendo que debía olvidarse de sus dueños para siempre.
Taka no sólo perdió su vista, sino también a su familia
Poco pasó para que Crystal terminara compenetrada totalmente con Taka, y se dio cuenta de que no estaba dispuesta a renunciar a este perrito positivo, luchador, cariñoso y gentil. Así que pronto pidió ser su madre adoptiva para siempre.
Los entrenamientos continuaron y Taka comenzó a mejorar notablemente en su carácter. Por lo que rápidamente estuvo preparado para convertirse en el sanador perfecto. ¡Y la verdad es que lo hace tan bien!
Mira cómo Taka se ha preparado para ser un gran ciudadano:
Lo que Taka logró aprender en sus entrenamientos fue maravilloso. Al haber vivido en carne propia los horrores de sufrir quemaduras graves, ahora está en la capacidad de empatizar y ayudar a otras personas que, como él, hayan tenido un episodio lamentable con el fuego.
Taka posee el temperamento ideal y las cicatrices que cubren su cuerpo son un claro mensaje de su historia como sobreviviente. Recibió su certificación Canine Good Citizen y después de eso, comenzará a entrar en contacto con personas en recuperación en los centros médicos locales.
Si bien el camino por recorrer ha sido doloroso y largo, nunca le ha faltado el amor y la dedicación de los voluntarios. Y ultimadamente de su madre Crystal que supo ver en él el ser de luz que había detrás de ese cuerpecito azotado por las llamas y esos ojitos nublados.
Taka está listo para ser un gran perrito de terapia:
Es asombroso cuánto se ha podido transformar la vida de Taka. Estamos seguros de que así también este perrito cambiará innumerables vidas ayudándolas a superar su triste pasado.