Dentro de la extensa variedad de especies de animales que embellecen a nuestro planeta, existen varias que tras la agresiva invasión del ser humano a su entorno y por los fluctuantes cambios de su propio ecosistema, se han visto severamente amenazados.
Muchos son los esfuerzos que las diversas organizaciones conservacionistas han hecho por lograr que las especies amenazadas no terminen en el trágico final de la absoluta extinción.
Pero el mundo animal culminará el primer mes del 2018 con la más irremediable noticia: el puma del este de Norteamérica, una subespecie del puma estadounidense (Puma concolor couguar), ha sido declarado oficialmente extinto, según informó la semana pasada el Registro Federal de Estados Unidos; aquellos pumas, que alguna vez merodearon América del Norte, ya no existen más.
Según desglosan sus informes, el animal que alguna vez recorrió los territorios de Michigan hasta Carolina del Sur, ha quedado excluido de la lista de especies en peligro de extinción ante la carencia de pruebas de su existencia desde 1938, ya que desde hace 8 décadas no hay ningún avistamiento confirmado del depredador felino salvaje.
Los felinos grandes, también conocidos como leones de montaña, pumas o panteras, vagaban históricamente por todos los estados al este del río Misisipi, pero en 1900 casi habían desaparecido debido a la caza y el atrapamiento sistemáticos, según el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos.
El puma del este de Norteamérica fue incorporado al registro de especies en peligro de extinción en 1973.
En 2011, se abrió una extensa revisión sobre el estado del puma oriental, un primo genético de los leones de montaña, que todavía habita en gran parte del oeste de los Estados Unidos y de una pequeña población de panteras de Florida en peligro, que solo se encuentran en los Everglades.
En 2015, los biólogos federales de vida silvestre concluyeron que los pumas en otros lugares del este de los Estados Unidos estaban más allá de la recuperación y, por lo tanto, ya no garantizaban la protección en virtud de la Ley de Especies en Peligro de Extinción, por lo que publicaron una solicitud para excluir al animal de la lista.
Pero sólo el lunes pasado se hizo efectivo el plan por parte Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos de eliminar al Puma concolor couguar de dicha lista federal. Así lo declararon en su página web oficial:
“Nosotros, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos, determinamos que el puma concolor couguar se extinguirá, basándose en la mejor información científica y comercial disponible.
Esta información no muestra evidencia de la existencia de una población reproductora existente o de individuos de la subespecie puma oriental; también es muy poco probable que una población puma oriental permanezca sin ser detectada desde el último avistamiento confirmado en 1938.
«Por lo tanto, bajo la autoridad de la Ley de Especies en Peligro de 1973, según ha sido enmendada, eliminamos esta subespecie de la Lista Federal En peligro y fauna amenazada”, concluye el resumen sumario.
¡Sin duda, una muy triste y lamentable noticia!
Los pumas, que miden hasta 2 metros y medio de largo desde la cabeza hasta la cola y pueden pesar hasta 64 kilogramos, alguna vez fueron los mamíferos terrestres más ampliamente distribuidos en el hemisferio occidental, antes de las campañas de exterminio y la destrucción del hábitat eliminados de aproximadamente dos tercios de su rango original.
Grupos de conservación dijeron que la eliminación del puma oriental de la lista de especies en peligro despeja el camino para que estados como Nueva York, donde las montañas Adirondack contienen un hábitat de puma de primer orden, restablezcan la presencia de leones de montaña con animales importados de florecientes poblaciones en Occidente.
En Maine, el estado ya decidió poner a los animales en su lista de extintos.
«Necesitamos grandes carnívoros como los pumas, que frenarían la sobrepoblación de ciervos y las enfermedades transmitidas por garrapatas que amenazan la salud humana, por lo que esperamos que los estados del este y del medio oeste los reintroduzcan», dijo en una declaración Michael Robinson, defensor de la conservación en el Centro para la Diversidad Biológica.
Una lamentable noticia para el mundo animal. Esto demuestra que en ocasiones los esfuerzos y severas medidas por lograr que una especie amenazada no termine en el terrorífico destino de la extinción, muchas veces son inútiles. Es momento de que el ser humano tome conciencia de los efectos a largo plazo que está acarreando el abuso de la caza y la intromisión en el ecosistema de los animales.
Comparte esta dolorosa noticia con tus amigos y levantemos la voz para que no tengamos que lamentar la dura realidad de más especies extintas. ¡El planeta no se lo merece!