El caso del injusto encarcelamiento de Richard Jones ha causado revuelo en Estados Unidos y ha puesto en tela de juicio los peligros de condenar basándose tan solo en las declaraciones de un testigo. Jones fue sometido a prisión porque se parecía demasiado al verdadero criminal.
El acto criminal que se le imputo a Jones ocurrió en 1999.
En 1999 Richard Jones se encontraba en su casa de Kansas junto a su pareja y su familia. El día anterior habían sido los anfitriones de una gran fiesta y era momento de limpiar y ordenar la casa.
Muy lejos de allí un hombre asaltó a una mujer, le quitó sus pertenencias y logró escapar en un automóvil. La mujer no logró ver más que la espalda del atacante, pero con la información del automóvil en el que huyó los policías comenzaron la investigación.
El atraco ocurrió en las cercanías del Walmart de Roeland Park.
Los policías dieron con el dueño del automóvil y este explicó que se encontraba con unos amigos en búsqueda de dinero para comprar drogas. También confesó que después habían pasado a buscar a un amigo. Los policías procedieron a mostrarle las fotografías de varias personas a través de una base de datos, y fue así como dieron con la idea de que el sospechoso era Richard Jones.
El nombre de Richard coincidía con el apodo del verdadero criminal: Rick.
Las descripciones de los testigos del suceso podían generar confusión: Uno aseguraba que había sido un latino, otro que había sido un hombre de piel muy oscura, y el tercero decía que era uno de piel morena clara. Finalmente un testigo escogió la foto de Richard entre 6 fotografías y esto fue la pieza clave que lo puso tras las rejas.
Jones tiene dos hijas que pronto iniciarán sus estudios universitarios y ya es abuelo.
Richard no paró de repetir que era inocente pero nadie parecía escucharlo. Años después sus compañeros de cárcel le comentaron que era muy parecido a otro preso que se llama “Ricky”, incluso les costaba distinguirlos. El parecido era tan grande que Jones decidió darle el dato a sus abogados.
“Lucían como gemelos”.
En efecto, el otro preso vivía mucho más cerca del lugar del robo, y podía ser considerado un verdadero doble de Jones. El caso fue reabierto. Los abogados aseguraron que los testigos no tenían otra opción más culpar a Jones. Las otros fotos eran de hombres de ojos azules. Jones era el único de las opciones que no tenía piel blanca:
“Ninguna de las otras fotos podía coincidir”.
Se le dio a los mismos testigos una fotografía de Jones y otra de su doble “Rick”, y todos aseguraron que eran imposibles de diferenciar.
Ahora Jones ha logrado su libertad y está luchando por una compensación de 65.000 dólares por los 17 años que pasó en prisión a pesar de ser inocente. Jones se encuentra con su familia, pero no podrá recuperar el tiempo que perdió.
“No era perfecto, pero ellas eran lo más importante en mi vida. Lo más difícil de estar preso fue no poder estar cerca de mis hijas”.
Doppelgänger's photo sets man free from prison
A witness said they couldn't tell the two men apart.Richard Anthony Jones spent 17 years in jail for a crime he says he didn't commit. Then a picture of his doppelgänger surfaced. http://cnn.it/2s9gye8
Publicada por CNN en Sábado, 17 de junio de 2017
Esperamos que la justicia le dé a Jones la remuneración que tanto se merece y que ahora pueda descansar junto a sus seres queridos.
Te invitamos a compartir este increíble caso del hombre que fue prisión por el crimen que cometió su doble.