Evelyn Figueroa y su esposo Jonatan, de Argentina, esperaban con ilusión a sus gemelos, ella es docente y él pastelero. Tras un embarazo de riesgo finalmente los bebés llegaron al mundo y estuvieron ingresados en el hospital durante diez meses.
Gianluca y Santino, son gemelos y estaban unidos por su periné compartiendo sus órganos genitales, su aparato digestivo y el sistema urinario.
A pesar de la compleja situación, después de un complejo procedimiento quirúrgico en el que participaron 44 médicos profesionales, los bebés fueron separados.
La operación duró más de nueve horas, se realizó en la Fundación Hospitalaria en Saavedra. Para los padres de Gianluca y Santino, es un grandioso milagro que sus bebés han sido separados con éxito.
El embarazo de Evelyn fue delicado, así como el nacimiento de los gemelos, después vivieron diez meses de profunda angustia hasta que finalmente pudieron ver el rostro de sus pequeños.
Evelyn, se enteró a los tres meses de embarazo con una ecografía que tendría gemelos. “Ese fue el primer impacto”, dijo la madre. Presentía que algo no estaba bien, enseguida le recomendaron una ecografía vaginal y le confirmaron después de hacerla que sus bebés eran siameses.
Evelyn recordó que comenzó a llorar con mucha angustia, llamó a su esposo para contarle la noticia. Confesó que pensaron que los bebés estarían unidos por su cabeza.
Después de someterse a varios estudios, Evelyn ingresó en la Fundación Hospitalaria, al principio sintió temor, pero después se sintió muy cómoda. En la semana 21 del embarazo determinaron que ella tenía el cuello del útero corto.
En la semana 34 dio a luz a través de una cesárea. Los niños permanecieron 36 días en la unidad de cuidados neonatales, a Santino tuvieron que operarlo en varias oportunidades.
“Santi quedó conectado a un respirador y catéteres, era muy duro verlo. Pero igual jamás nos separamos de él ni de su hermano en el hospital”, dijo la madre.
Agregó que se siente orgullosa de la valentía de sus dos hijos, lograron vencer las más duras adversidades, el camino hacia su separación cada vez se hacía más corto.
El pasado 22 de junio los bebés estuvieron durante nueve horas en el quirófano hasta que pudieron ser separados, a pesar de que representaba un riesgo para la vida de Gianluca y Santino, sus padres se aferraban a la esperanza de que todo saldría bien.
“Fue un momento angustiante y eterno. Me acuerdo cuando se los llevaban a los dos para cirugía y la sensación fue una enorme incertidumbre, porque nosotros sabíamos que en ese momento se jugaba la vida de los dos. Fue muy fuerte”, dijo la madre de los gemelos.
Cuando habían transcurrido nueve horas desde que los niños ingresaron al quirófano terminó la intervención. Evelyn y Jonathan vieron salir de la sala de cirugías a sus hijos separados y a salvo.
Tal como se ilustra en la siguiente imagen estaban unidos los bebés.
“Fue un alivio extraordinario, increíble. Ambos nos pusimos a llorar de alegría. No tengo palabras para agradecerle a los médicos”, dijo Evelyn. Los padres de los gemelos están complacidos porque pudieron vencer hasta los peores pronósticos.
Ahora su rostro vuelve a tener una sonrisa porque sus hijos ganaron la batalla más difícil de su vida. En la siguiente imagen se explica cómo compartían sus órganos los gemelos.
Santino y Gianluca disfrutan cada minuto del amor de sus padres, el país entero celebra que lograron sobrevivir y que tendrán la vida que se merecen. Compártelo.